Después de meses complicados en los que el suministro de productos frescos puso en valor el papel esencial de todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, la distribución ha recobrado la normalidad en un nuevo contexto de consumo.
El grupo Hnos. Fernández López, una de las mayores empresas de distribución mayorista de frutas y verduras en España con delegaciones en Barcelona, Madrid, Alicante, Tarragona, Lérida, Tenerife y Sevilla, ha mantenido su actividad y ha experimentado de primera mano las fluctuaciones en la comercialización de los últimos meses como consecuencia de la crisis sanitaria.
La compañía está muy enfocada en el mercado nacional, donde el consumo del turismo se ha reducido drásticamente esta temporada, en la que el temor a los rebrotes de coronavirus se ha convertido ya en una realidad. “El mayor impacto se ha notado zonas específicas, sobre todo en aquellas a las que se llega por avión, como Canarias o Baleares. Al turismo nacional e internacional no le apetece tomar un avión, con precios más altos y una oferta más restringida. Ahora además con los rebrotes, se está generando una mayor incertidumbre y el mercado está un poco tenso”, explica Christophe Laffon, director comercial del grupo Hnos. Fernández López.
No obstante, el aumento del consumo de los hogares ha compensado la pérdida de este segmento de ventas, explica Laffon. “Tenemos una gama de productos muy grande y las ventas se han ido ponderando. Ahora, por ejemplo, vendemos menos kilos y facturamos más que el año pasado. Sin embargo, hace dos meses se vendían más kilos pero el valor promedio del conjunto de los productos era inferior”, explica el director comercial del grupo. “Las ventas son un poco menores que las del año pasado en estas fechas”, admite. “Hemos tenido un junio que era como un julio anticipado, y parece que julio se asemeja más a un agosto en la forma de comprar. Pero en general los precios promedio son un poco más altos y el mayor precio promedio compensa un poco la bajada de kilos facturados”.
Para el grupo Hnos. Fernández López, los cítricos de importación son uno de sus principales productos en la temporada de verano, que este año ofrece un escenario favorable. “El año pasado había mucho stock español y europeo, y este año, entre la menor cosecha y el incremento de consumo que provocó el efecto COVID, todos los mercados se han vaciado de cítricos”, subraya Laffon.
Argentina, el mayor proveedor de limones al mercado europeo, ha suspendido los envíos esta campaña; no obstante, “hasta ahora no se ha notado porque los argentinos habían sobrecargado el mercado”. “Yo creo que la falta de limón se va a notar en agosto”, destaca el director comercial. “En cuanto al resto de los cítricos, aún falta por ver lo que va a hacer Sudáfrica. Los precios son buenos en Europa, por lo que puede ser que al final envíe más de la cuenta al continente”.
Los kiwis experimentaron una situación similar a los cítricos durante la pandemia, encontrándose en la actualidad con un mercado vacío con precio altos y una buena demanda. “El suministro está por detrás de la venta”.
“La uva también está yendo bien. Puede que tenga mejores ventas que el año pasado porque tiene una menor competencia con la fruta de hueso, de la que hay poco volumen y se está vendiendo con cierta facilidad. Eso ayudará a que haya menos presión para la fruta que vendrá en otoño, ya que encontrará un espacio de venta más grande”.
“A pesar del miedo que pueda haber de un gran brote como el de marzo, la verdad es que todo el sector de la distribución ha demostrado tener una gran capacidad de adaptabilidad a un entorno cambiante. Es parte de nuestro ADN. Por eso hemos podido afrontar esta crisis con cierta holgura”, subraya.
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