Hace unas semanas, en Austria se detectó un fraude en la comercialización de 460 toneladas de manzanas de origen checo que se ofrecieron en el mercado como productos austriacos. Imprint GmbH, una empresa austriaca, lleva muchos años luchando contra el fraude en la indicación de origen de productos alimentarios. En una entrevista, el director Bernd Bodiselitsch explica cómo funciona el análisis de origen para frutas y hortalizas.
El factor decisivo en el control del origen geográfico declarado es la determinación e interpretación de las proporciones isotópicas estables de carbono, nitrógeno, azufre, hidrógeno y oxígeno en un producto. Cada proporción de isótopos está influenciada por diversos factores como el clima, el tipo de suelo, la fertilización, las técnicas de cultivo, etc., que generan una huella isotópica.
"La llamada huella dactilar isotópica de una muestra se compara con los datos de referencia de las cinco proporciones de isótopos del origen indicado. Basándonos en estos resultados, podemos evaluar si el origen geográfico indicado del material de prueba es correcto", dice Bernd.
Bernd Bodiselitsch, director de Imprint GmbH
Fraude en la indicación de origen
En los últimos meses ha habido varias noticias sobre fraudes en las indicaciones de origen de frutas y hortalizas. Hoy en día, los consumidores pueden elegir entre productos con denominación de origen protegida y productos con indicación geográfica protegida, así como alimentos locales y regionales.
"Como resultado, la diferencia de precio entre los productos premium y los productos convencionales es bastante grande, lo cual puede incitar a la falsificación, porque la razón principal de cometer tal fraude es siempre el beneficio económico. Cuanto mayor sea el margen de beneficio que se pueda obtener a través de la indicación falsa del origen de un producto, mayor por supuesto también es el riesgo".
Las interrupciones en la cadena de suministro, que pueden ocurrir durante tiempos de crisis, aumentan el riesgo de este tipo de falsificaciones, de acuerdo con Imprint. "El arma más poderosa contra este tipo de fraude son unas medidas de prevención razonables. Un plan de pruebas regulares es la forma más segura y rentable de evitar el fraude".
A finales de 2012, la firma estableció en la localidad de Neutal el primer laboratorio comercial de Austria para el análisis de isótopos estables.
Mayor riesgo en tiempos de coronavirus
Las falsificaciones en las indicaciones de origen pueden ocurrir en todas las etapas de la cadena de suministro. "Los productores con una baja producción podrían agregar productos extranjeros a sus propios lotes para satisfacer la demanda. Los comerciantes, exportadores e importadores podrían verse tentados de mezclar productos de diferentes orígenes para ganar dinero fácil. Los retailers podrían vender productos frescos como artículos con denominación de origen para obtener precios superiores en los lineales. No obstante, se ha descubierto que el riesgo de engaño en cuanto a la indicación del origen de alimentos es mayor en los eslabones intermedios de la cadena de suministro y menor al principio o al final de la cadena".
La pandemia actual ha provocado una turbulencia en la cadena alimentaria y ha desequilibrado gravemente la oferta y la demanda. Estas interrupciones en la cadena alimentaria aumentan el riesgo de fraude alimentario. "El excedente de alimentos desde el inicio de la pandemia, o la reducción de las medidas de garantía de calidad debido al confinamiento o por razones económicas, crean oportunidades para los delincuentes".
"Además, hay escasez de mano de obra agrícola debido al cierre de fronteras y cabe mencionar también el cambiante patrón de compra de los consumidores, como por ejemplo el fuerte aumento de las compras online, así como una clara preferencia por los productos locales".
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