Los investigadores israelíes de los principales institutos agrícolas han encontrado una nueva forma de combatir el ToBRFV. En 2015, casi el 50% de los cultivos de tomate en el sur de Israel fueron devastados como resultado de los hongos que atacaron a las plantas ya debilitadas por el TBRFV.
Yuval Kaye es director de investigación de hortalizas en el Ramat Negev Desert Agro-Research Center. Junto con un equipo de científicos de otros centros de investigación de todo el país, logró encontrar un portainjerto, una porción de la raíz de una planta de tomate injertada, que es resistente a los hongos. "Gracias a los experimentos que hemos hecho en los últimos dos o tres años, hemos encontrado portainjertos más resistentes o que se ven menos afectados por los hongos", explicó Kaye a The Media Line.
El injerto de tomate es una técnica de horticultura en la que se injerta un vástago, la parte superior de la planta que produce frutos, en un portainjerto que ha sido seleccionado por su capacidad de resistir a ciertos patógenos del suelo.
Según Kaye, aunque la investigación sobre los portainjertos resistentes a los hongos aún no se ha dado a conocer al público en general, los agricultores israelíes ya tienen conocimiento de los resultados científicos.
"Estamos escribiendo nuestros informes y se los hemos transmitido a los agricultores, que ya están utilizando dichos conocimientos para producir mejor sus tomates", concluyó.