Las hojas de lechuga que pueden convertirse en una ensalada en un abrir y cerrar de ojos, el concepto Teens, se introdujo el año pasado para responder a la demanda de conveniencia de los clientes. "Al igual que la babyleaf, las Teens pueden producirse en un sistema totalmente automatizado", afirma Simon Willemen, de Hortiplan. "Sin embargo, al no cosechar hojas sueltas, podemos reducir el precio de coste, aumentar la flexibilidad y alcanzar hasta 100 kg/m²/año". Este año, la empresa belga espera instalar varios sistemas de cultivo. "Respondemos a la demanda con un nuevo producto. Vemos que el mercado está preparado para ello".
Pensando en el producto final
El concepto Teens se ha diseñado desde el punto de vista del producto final. La demanda de productos de conveniencia cultivados de forma segura está creciendo y a los consumidores les gusta comprar hojas de lechuga sueltas, lo que significa que este es el producto que hay que ofrecer. En los sistemas de cultivo automatizados sobre canaletas móviles, las lechugas pueden producirse con una densidad óptima y de forma casi totalmente automática, con un aprovechamiento máximo de la luz solar y sin necesidad de utilizar productos fitosanitarios. Por lo tanto, la base del sistema de canalones móviles de Hortiplan no tuvo que modificarse mucho.
Sin embargo, para el cultivo hubo que tomar un camino diferente: las Teens no se producen como hojas sueltas, sino como pequeñas cabezas de lechuga. Al cortarlas justo por encima del punto de crecimiento, se esparcen como hojas sueltas. "Al cosechar una planta más madura, las hojas son más firmes y crujientes, con más sabor y una mejor vida útil", dice Simon Willemen, desarrollador de negocios de Hortiplan. "También hemos visto que hay muchas variedades diferentes disponibles que encajan en el concepto Teens. De ese modo, se puede hacer una ensalada mixta en una finca y ser flexible a la hora de elaborarla según los deseos de cada cliente".
Mayor rendimiento, menores costes
Para el agricultor, ese tipo de ventajas suelen ser agradables, pero también hay que tener en cuenta el cultivo. Simon explica que las babyleafs se siembran a altas densidades y se cosechan a los 24 o 25 días, con un peso de unos 15 gramos. "Las Teens crecen hasta los 80 gramos, por lo que se pueden cosechar entre 80 y 100 gramos en 35 días. Por tanto, la producción es ligeramente superior. Y como sembramos a densidades mucho más bajas y dejamos que crezcan mucho más rápido, se necesitan menos semillas que con las babyleafs. Además de los costes de la semilla, los costes del sustrato también son significativamente más bajos", señala, refiriéndose a las pruebas del año pasado que mostraron cifras similares. "Esa proporción también se mantiene en las variedades rojas, aunque la producción es, por supuesto, ligeramente inferior en ambos sistemas".
Con el concepto Teens se pueden producir muchas variedades diferentes, más que en los sistemas comparables de babyleaf de 15 gramos. "Un productor puede ofrecer fácilmente una ensalada mixta y elegir entre una gama más amplia de variedades", indica Simon. También hay más oportunidades de crecimiento en la diversidad de productos que se pueden producir. Existe una creciente demanda de sistemas de cultivo de rúcula y espinacas tanto por parte de los criadores como de los retailers. "Trabajamos estrechamente con los obtentores y ciertamente vemos potencial en la producción de esos productos también en nuestro sistema de cultivo".
Hortiplan ha notado que hay demanda del producto, así como demanda del proceso que hay detrás. "Todo el mundo entiende el concepto y sus ventajas. Ya se han hecho varias pruebas, tanto en Europa como en América, y se están calculando los primeros proyectos. Por supuesto, sigue siendo un producto innovador y nuevo, y en el mercado actual se quiere conseguir que toda la cadena se suba a bordo".
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