Las empresas unidas en Sustainability Initiative Fruit and Vegetables (SIFAV) han lanzado su nueva estrategia colaborativa de sostenibilidad para 2025. Las nuevas ambiciones se centran en la reducción de la huella medioambiental en toda la cadena de suministro, la mejora de las condiciones de trabajo, los salarios y los ingresos, y en el fortalecimiento de la transparencia y del informe sobre las diligencias debidas.
Con el claro objetivo de contribuir de forma activa a una cadena de suministro de frutas y hortalizas más sostenible en el mercado europeo, los socios de la SIFAV –entre ellos retailers, marcas, comerciantes, organizaciones de la sociedad civil– han definido de forma conjunta unas ambiciones de sostenibilidad y un plan de acción para 2025. Con un evento digital el 9 de marzo se dio inicio al nuevo plan de acción colectivo, acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y que respalda las metas de la "Estrategia de la granja a la mesa" de la UE para acelerar la transición hacia un sistema de alimentación justo, sano y respetuoso con el medioambiente.
Los socios de la SIFAV opinan que la acción colaborativa es esencial para abordar con éxito los complejos riesgos y problemas que se encuentran en las cadenas de suministro de frutas y hortalizas que comparten. Uniendo fuerzas, las empresas pueden lograr más que con la suma de sus esfuerzos individuales.
"Como miembros fundadores de la SIFAV 2020, creemos que la colaboración del sector es clave para la mejora estructural de las prácticas sostenibles", afirma Stefanie Vermaesen, asesora principal de negocio sostenible en Nature’s Pride y presidenta de la SIFAV. "Trabajar juntos por un objetivo común y utilizar soluciones compartidas nos ayuda mucho a centrarnos en mejorar las condiciones laborales y reducir el impacto medioambiental".
El valor de esta colaboración se ha demostrado en los últimos ocho años. Como resultado del esfuerzo conjunto de los socios de la SIFAV, la adopción de una verificación social de terceros ha hecho crecer las importaciones hortofrutícolas socialmente verificadas de 0,7 millones en 2013 a 3 millones de toneladas en 2019, procedentes de 60 países distintos. Este impulso se aprovechara ahora para llevar adelante una agenda de sostenibilidad mucho más amplia y seguir acelerando el progreso.
"Junto con socios claves, tanto clientes como proveedores, nos hemos embarcado en un viaje hacia estilos de vida más saludables y cadenas de alimentación más sostenibles", señala Florens Slob, director de sostenibilidad en Greenyard. "Solo si nos asociamos en la cadena de valor podremos alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad en temas tan importantes como el cambio climático o la gestión del agua. Como hemos hecho con la sostenibilidad social en los últimos años, estamos convencidos de que nuestra cooperación en el seno de la SIFAV será un apoyo para nuestro viaje e impulsará nuestros esfuerzos por convertirnos en fuerza motriz en la creación de cadenas de alimentación sostenibles".
Bajo el paraguas de la SIFAV, todos los socios del sector privado se comprometen a los siguientes objetivos de sostenibilidad para 2025:
Medioambiental:
Colaborar con sus socios de la cadena de suministro para medir y reducir la huella medioambiental de los productos prioritarios para 2025, entre otros:
- Reducción del 25% en la huella de carbono de tres productos prioritarios;
- Reducción del 25% de la pérdida de alimentos y el desperdicio de agua en tres productos prioritarios;
- Reducción del uso de agua a los niveles de mejores prácticas en tres cuencas hidrográficas seleccionadas conjuntamente;
- Implementación de los estándares hídricos (verificación de terceros) para el 70% del volumen de países con riesgo hídrico elevado.
Social:
- Implementación de verificación social de terceros aprobada conjuntamente en al menos un 90% del volumen procedente de países con riesgo algo y medio para 2025.
- Primer paso en la mejora de los salarios dignos o ingresos dignos, analizando las brechas de salarios e ingresos dignos en una de sus cadenas de suministro y, si es posible, también comprometerse a reducir esas brechas.
Diligencias debidas:
- Implementación de robustas políticas de diligencias debidas y procesos en la cadena de suministro en materia de derechos humanos y medioambiente, según las directrices de la OCDE y de la ONU.
- Información conjunta e individual de los riesgos y los avances anualmente de 2022 en adelante.
Con la definición de estas metas claras, la SIFAV es una fuerza impulsora. La armonización sectorial y transfronteriza aporta claridad y eficiencia, y el desarrollo conjunto de políticas de sostenibilidad, enfoques y herramientas dotan a los socios de la SIFAV de apoyo práctico para trabajar en la consecución de los objetivos. Como ejemplo, la herramienta de riesgo de sostenibilidad para comprender y priorizar los riesgos en la diversa cartera de frutas y hortalizas, y un índice de huella medioambiental para calcular la huella real de un producto.
Con el compromiso de los 25 primeros socios (y subiendo), ha llegado el momento de lanzar oficialmente la estrategia 2025 e invitar al sector a unir fuerzas, como señala Stefan Goethaert, director de marca de distribuidor en Colruyt Group. "La sostenibilidad forma parte de nuestro ADN. Como retailer, somos plenamente conscientes de la importante posición que ocupamos en la cadena de valor: ofreciendo productos sostenibles marcamos una diferencia positiva junto con nuestros clientes. Para abordar de manera estructural los retos del sector hortofrutícola mundial, es necesario cooperar con los proveedores, otros retailers y otras partes interesadas. Por ese motivo, creemos en el planteamiento colaborativo y centrado en la acción de la SIFAV, y esperamos que se unan más actores claves del sector para ayudarnos con este cambio".