La climatología es un factor determinante en el desarrollo de las campañas hortofrutícolas que define el ritmo de crecimiento de los productos e influye en la calidad final. Y este año, el brócoli se ha visto sorprendido por las fluctuaciones térmicas y los eventos meteorológicos que han caracterizado la campaña de invierno.
“La campaña del brócoli en España ha ido a remolque del tiempo”, afirma con rotundidad Nacho Doménech, consejero delegado de Agromarkt. “Desde el principio, hemos tenido unas temperaturas totalmente anormales con muchísimo calor. Siempre hemos ido muy delante de las cosechas, a golpe de exceso de cantidades, y eso nos ha llevado a que en un par de ocasiones, como en Semana Santa, hubiese escasez de producto, haciendo que el precio se disparara durante una semana o 10 días. Aunque, tampoco hemos tenido tanto beneficio porque apenas ha habido producto que vender”, evidencia Nacho. “Y ahora, desde hace unos 15 días, otra vez estamos en un periodo en el que el producto está por los suelos. Una situación también forzada por el tiempo”.
Sin embargo, las hortalizas no solo están sufriendo desajustes de continuidad en la producción obedeciendo a las condiciones meteorológicas, que inciden inevitablemente en la campaña a nivel comercial. “Hay un problema añadido y es que, al tener temperaturas más altas de lo normal, tenemos una presión de plagas significativa”, señala Nacho. “Sobre todo de pulgón, que está siendo brutal en el cultivo convencional, pero más aún en los productos ecológicos, con producciones bastante mermadas. Además, ahora estamos registrando muchos problemas de Botrytis por las lluvias intermitentes y las temperaturas suaves”.
A pesar de todos los desafíos que está suponiendo la climatología para esta hortaliza, la campaña del brócoli continúa hacia adelante para la empresa murciana Agromarkt, que suministra esta referencia los 12 meses del año gracias a la diversificación geográfica de sus producciones. “Ahora estamos finalizando con la zona baja, a nivel del mar, y a partir de finales de la semana que viene nos trasladaremos a los 600-650 metros sobre el nivel del mar donde cosecharemos el producto de primavera, que es de mucha más calidad. Posteriormente, a finales de junio nos trasladamos a zonas mucho más altas, por encima de los 1.000 m, como la zona de Granada o las zonas altas de Albacete, y desde ahí abastecemos al mercado nacional y a los países del Golfo: Dubái, Emiratos Árabes y Arabia Saudita”, detalla Nacho.
El brócoli, de hecho, ha sido la apuesta de muchos otros agricultores españoles esta campaña. “Yo siempre mantuve, y mantengo, que se ha plantado más brócoli del que se podía vender, no por especulación, sino porque el año pasado con la pandemia se vendió mucho más. El agricultor libre (no las empresas) pensó que esa tendencia iba a continuar, pero no ha sido así”, matiza el consejero delegado de Agromarkt. “Es decir, el consumo no es que se haya estancado, pero ha vuelto a la normalidad. Está un poco por encima de las medias normales prepandemia, pero no es el incremento del 40 o 50% que se llegó a registrar en las ventas el año pasado desde que se cerró todo de golpe. El cierre supuso un shock y la gente compró mucho más de lo que se iba a consumir”.
No obstante aún hay esperanza, mantiene Nacho Doménech. “En países como Reino Unido u Holanda han tenido muchísimo frío y parece ser que sus producciones locales van con retraso. Eso podría ayudarnos a resarcirnos un poco si la campaña se alarga un par de semanas en junio”.
Precios por las nubes para la coliflor
La coliflor, en cambio, ofrece un panorama más alentador dentro del segmento de las brásicas. “La coliflor sí que ha tenido muchas puntas de precio muy interesantes”, señala Nacho. “Incluso ahora mismo la coliflor en Bretaña está a 16,5 euros la caja de 6 piezas. Estamos hablando de casi 3 euros la coliflor”.
“También ha habido momentos de mucha producción y muchos golpes por el clima, pero para los que tenemos programas de supermercados ha funcionado mejor que el brócoli. Creo que la coliflor española sigue ganando terreno en Europa, en los países Bálticos, Inglaterra, Holanda o Bélgica, en detrimento de la coliflor francesa”, indica el consejero delegado. “Este no es un producto tan especulativo como el brócoli, porque no tenemos las presiones de las subastas, y los supermercados quieren tener esa estabilidad”, subraya.
Para más información: agromark.es