Ha llegado el verano. Para la empresa Boyer, que comercializa su producción en España y Francia, esto significa que la producción de melones antillanos y marroquíes ha terminado. Jean-Marc Boyer, director comercial de la empresa, confía en esta campaña de verano. "En las últimas semanas, el mercado de las frutas de verano ha estado bastante tranquilo, pero el buen tiempo está volviendo. Estoy seguro de que el comercio se acelerará en los próximos días".
Después del melón, que es el producto estrella de la empresa Philibon, la cereza es uno de los productos de verano que interesan a Boyer, bajo su marca Philibon. "De momento, el mercado francés sigue teniendo escasez de cerezas, pero los volúmenes empiezan a llegar con las nuevas variedades y el buen tiempo. Empezamos la campaña española y luego la francesa. A continuación, ampliaremos la campaña con la cereza belga. Trabajamos con muy buenos socios".
El melón Charentais amarillo que Boyer ofrece casi todo el año es la base. "Este año nos enfrentamos a una división entre la campaña de Marruecos, que terminó pronto, y la de España, que se retrasó. Hemos tenido 10 días muy complicados respecto al melón. Hoy estamos en vísperas de la campaña española. Los primeros volúmenes franceses llegarán en la semana 24, y se esperan mayores volúmenes para finales de junio". Para Boyer, el final de junio marcará también el inicio de la campaña de la ciruela.
Según Jean-Marc, la empresa ha sabido adaptarse a la crisis sanitaria. "La COVID-19 ha cambiado los hábitos de consumo y ha perturbado la logística, hemos encontrado soluciones para llevar nuestros productos antillanos, de Reunión y marroquíes al mercado francés. En España y Francia, la situación es normal".
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Jean-Marc Boyer
Boyer
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