"Los precios son buenos, al igual que las perspectivas para la próxima temporada de coles", dice Kees Stoop, de RoDeKo, la asociación holandesa de productores de col lombarda y repollo. ''Sufrimos fuertes lluvias los días 18 y 19 de junio, por lo que temíamos perder la mitad de la cosecha por ahogamiento. Afortunadamente, esto no pasó y al final los volúmenes de cosecha fueron sustanciales. Estamos bastante satisfechos, no solo por el rendimiento en campo, sino también por el nivel de precios. Las ventas no son muy altas, pero los precios son buenos". 
No obstante, Kees, un experimentado productor de coles, sabe que la situación puede cambiar de la noche a la mañana. ''Las perspectivas son positivas. Sin embargo, si hay algo que sé sobre la temporada de col lombarda y repollo, es que siempre es muy impredecible. Y es que nunca se sabe exactamente qué volúmenes llegarán de las producciones extranjeras. Además, si hace frío en primavera, sin duda esto tendrá su impacto en el comercio. El mercado es opaco, ya que no sabemos, por ejemplo, lo que está pasando en Rusia o Polonia''. Aun así, Kees prefiere mantener una actitud positiva. ''Prefiero ser un optimista que se equivoca que un pesimista que termina teniendo razón'', comenta el director de RoDeKo.
Si bien Kees describió la aparición de la máquina cortadora de repollo como la tendencia más importante dentro del sector el año pasado, ahora dice que aún no le ha podido convencer del todo. ''Este año, la máquina tuvo que demostrar su valía en la práctica, pero tuvimos algunos problemas. No obstante, necesitamos más soluciones de automatización, porque la escasez de mano de obra es cada vez más grave. Actualmente, muchos vienen por la mañana y deciden a mediodía que el trabajo no les gusta. Antes contratábamos trabajadores estacionales polacos, pero en los últimos años ha habido más rumanos, quienes, sin embargo, rápidamente deciden hacer otra cosa. Así que estamos buscando constantemente soluciones de automatización, pero todavía hay muchos problemas que se interponen en el camino por el momento. Digamos que la necesidad aún no es lo suficientemente alta y la máquina aún no es lo suficientemente buena. Entonces, por el momento, la transición está siendo retenida por dos lados'', describe el productor.
El futuro no está exento de desafíos, ya que a Kees le preocupa también la reducción de opciones para la protección del cultivo. ''Las sustancias permitidas se están reduciendo, mientras que faltan alternativas. La aprobación de los productos ecológicos lleva demasiado tiempo y estos no funcionan igual de bien que los productos químicos. De hecho, funcionan mucho peor. En unos años, el producto fitosanitario Movento estará prohibido y no veo una alternativa para combatir las enfermedades y plagas en el cultivo de la col. Tendremos que encontrar una solución durante los próximos cinco años, ya que queremos llevar al mercado productos de alta calidad. Es más, el retail no exige productos de alta calidad, por lo que cumplir las exigencias se volverá mucho más difícil sin productos fitosanitarios'', concluye Kees.
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Kees Stoop
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