Debido a la creciente importancia de la lechuga hidropónica en la región alemana de Knoblauchsland y la tendencia hacia las hortalizas de pequeño calibre, la clásica lechuga de cultivo al aire libre está cada vez más bajo presión. "Hemos reaccionado a esta tendencia, sustituyendo la clásica lechuga por la mini Romana, que, de hecho, demuestra arrojar un mayor rendimiento por hectárea y, por lo tanto, hacer un mejor uso de la tierra. Además, este cultivo encaja a la perfección en nuestra rotación de cultivos", dice el productor de hortalizas Willi Sippel.
Las lechugas mini Romana a veces se denominan cogollos, ya que las hojas exteriores se eliminan en campo.
Las lechugas mini Romana de Sippel se cultivan actualmente en más de 15 hectáreas. La ampliación de la gama también va de la mano de inversiones en máquinas. "Instalamos una línea flowpack hace unas semanas, con la que podemos llevar al mercado envases de dos lechugas. Más del 90% de las lechugas se suministran a los retailers del sur de Alemania. El resto se comercializa a través del mercado mayorista de Núremberg".
La lechuga mini Romana se lava y envasa inmediatamente después de la cosecha.
Expansión de la producción de rábano y puerro
Además de la lechuga mini Romana, Sippel decidió ampliar la capacidad de producción de rábanos y puerros. "Hemos ampliado la superficie de rábanos en un 40%, ya que los productos regionales de Baviera gozan de una popularidad cada vez mayor. El cultivo de hortalizas tiende hacia la especialización, incluyendo el procesamiento y el envasado en nuestras propias instalaciones. Por ello, intentamos invertir cada vez más en tecnología moderna para nuestros cultivos", dice Sippel, mencionando la nueva planta de lavado de rábanos.
Mientras tanto, el productor de hortalizas se enfrenta a los desafíos actuales, como el cambio climático y el aumento de los costes de producción. "Las condiciones meteorológicas para el cultivo al aire libre han sido bastante buenas hasta ahora, en contraste con el año pasado, cuando hizo demasiado frío en primavera. El rendimiento es bueno, al igual que la calidad, razón por la cual nuestros productos generalmente se venden rápidamente y sin ningún problema", dice Sippel.
Gracias a una tecnología sofisticada, los rábanos recién cosechados se lavan y procesan directamente en el campo. Luego se colocan en cajas, que se apilan en los palés.
Discrepancia en el precio
No obstante, existe una discrepancia significativa entre los precios al productor y al consumidor en toda la gama, de acuerdo con Sippel. "Nuestros precios están al mismo nivel que el año pasado, mientras que los precios en los puntos de venta están aumentando notablemente. De hecho, estamos teniendo problemas con los aumentos de los costes de producción". Debido a los altos precios y al menor poder adquisitivo, la comercialización de ciertos productos se ha paralizado porque no pueden competir con los productos importados en términos de precio. "El mercado de las hortalizas de invernadero estuvo muy tenso hasta hace unas semanas, pero afortunadamente ahora se ha podido recuperar un poco", concluye Sippel.
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Willi Sippel
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