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Buenos precios para las cerezas, poca oferta y altos costes de producción

“Hemos perdido el 80% de nuestra producción de fruta de hueso este año”

Las heladas hicieron tambalear a los frutales de hueso y pepita en el noreste de España a finales de marzo. Las producciones de Aragón y Cataluña acusan pérdidas de volumen históricas en un año en el que los costes de de producción se han disparado por la inflación.

“Hemos perdido un 80% de nuestra producción de fruta de hueso”, cuenta Sergio Alonso, director comercial de la cooperativa Cosanse, de Zaragoza. En cereza los daños no han sido tan severos y hemos podido salvar el 50-60% de la cosecha, mientras que en manzana y pera dispondremos de un 60-70% de la producción”.

Las heladas han tenido lugar en muchas áreas donde no suele helar, por lo que los sistemas anti helada con los que contaban los agricultores no eran suficientes para hacer frente a tantas horas por debajo de -3 grados. “Llevo casi 20 años trabajando en esta cooperativa y nunca había visto algo así. Tampoco los agricultores con más experiencia recuerdan daños de esta magnitud. Esto ha infringido mucho desánimo, ya que después de estar todo el año invirtiendo y trabajando en las producciones, en dos noches se ha echado todo a perder. Veníamos de dos años buenos en lo que se refiere a sortear adversidades climáticas, así como de una campaña con buenos precios...”.



De acuerdo con Sergio Alonso, va a ser un año con muchas dificultades para servir a los clientes, hacer frente a los costes fijos, que además se han incrementado notoriamente desde el año pasado, así como para mantener al personal. “Los precios serán altos, pero no tanto como para compensar la falta de kilos. Va a ser una campaña muy complicada a la hora de poder repercutir costes, tanto para nuestros socios productores como en la central de envasado. Es muy probable que al final del curso las cuentas reflejen pérdidas. Sería bueno que los seguros agrarios fueran revisados, ya que a día de hoy no cubren sus necesidades para lo que cuestan, lo que hace que el 50% de nuestros socios no estén asegurados”.



La cooperativa está actualmente comercializando cereza, desde que arrancó la cosecha a mediados de mayo, con alrededor de 8 días de retraso frente a la campaña pasada. Si bien en las primeras semanas han abastecido variedades tempranas más blandas, en estos momentos ya cuentan con variedades más turgentes y que viajan mejor. “Está haciendo muy buen tiempo para que el producto reúna una excelente calidad. Los precios hasta ahora son altos, generalmente mejores que el año pasado hasta estas fechas, aunque podrían ajustarse a partir de mediados de junio con la entrada de más producción tanto en España como en el resto de países productores, ya que no se reportan daños por heladas desde Francia, Italia, Grecia o Turquía”.

Además de envasar sus cerezas en envases de madera de varios tamaños y formatos y vasos de plástico para consumo tipo snack, este año lanzan una nueva caja de madera en la que ensalzan el valor de los métodos tradicionales con los que producen y comercializan sus cerezas. “Mediante un código QR en la caja que puede escanearse desde cualquier smartphone, los consumidores podrán conocer cómo se produce, se recolecta y se calibra la cereza en el campo. Y es que, a diferencia de la mayoría de empresas que venden cereza, realizamos la clasificación en el campo, de forma manual y, aunque es menos precisa y homogénea que las máquinas, se ve recompensada por una mayor frescura y vida útil de la fruta. Las cerezas no pasan reciben por tanto tratamientos poscosecha. Venimos trabajando así desde hace 30 años y nunca antes lo habíamos comunicado. Ahora el consumidor podrá ver que detrás de este producto hay familias enteras que ponen cada año su empeño para sacar adelante la cosecha”.

Por otro lado, la cooperativa continúa con la venta de fruta de pepita, cuyas liquidaciones apenas dejan márgenes de beneficio debido al alza de los costes de entre 30-40%, mientras se mantienen los precios de venta.