Gracias a una nueva iniciativa de investigación, los clientes de los supermercados pronto podrán comprobar el impacto medioambiental de los alimentos antes de ponerlos en sus carritos. Hasta ahora, los fabricantes británicos solo tenían que enumerar sus principales ingredientes, y por porcentaje, no por cantidad. Los científicos han superado el problema utilizando bases de datos públicas para estimar la composición de miles de productos alimentarios y su impacto.
Muchos consumidores quieren saber cómo afecta al planeta su compra semanal de alimentos, aunque el aumento de los precios sea, probablemente, una preocupación más inmediata para la mayoría. El profesor Peter Scarborough, de la Universidad de Oxford, espera que la investigación conduzca a un sistema de etiquetas ecológicas dirigidas a los consumidores, pero cree que el mayor impacto se produciría si la industria alimentaria lo utilizase para reducir su huella ambiental.
Según él, la industria alimentaria también ha estado "pidiendo a gritos" la nueva herramienta y el algoritmo ya está siendo utilizado por algunos fabricantes y empresas de catering para hacer sus comidas más sostenibles.
Fuente: bbc.com
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