Muchos lugares en China han experimentado temperaturas récord este verano. Estas temperaturas tuvieron un impacto en el proceso de cultivo de la fruta y también en las condiciones de venta. La ola de calor especialmente afectó a los frutos rojos. El impacto de las altas temperaturas fue visible de dos maneras. En primer lugar, el calor aceleró el proceso de maduración de la fruta, que no fue favorable para la fruta en el transporte y almacenamiento, especialmente para las frutas con un contenido de azúcar relativamente alto. En segundo lugar, el tiempo seco y cálido daña las frutas y hortalizas en el campo. Esto también tendrá un impacto indirecto en el volumen de producción de fruta la próxima temporada.
"Las temperaturas en julio rompieron récords históricos y las precipitaciones fueron extremadamente limitadas. La ola de calor duró mucho tiempo y tuvo un impacto desastroso en las mandarinas. En mi huerto, el número de mandarinas quemadas por el sol es entre un 5% y un 20% más alto que el año pasado", dice un productor de mandarina de Hubei.
En Shaanxi, la mayor zona de producción de kiwi nacional, las temperaturas alcanzaron casi los 50 grados centígrados durante varias horas al día. El kiwi en Cantón y Shannan, dos de las principales zonas de producción de kiwi en Shaanxi, sufrió graves quemaduras solares. Un productor de kiwi dice con desesperación: "Las condiciones de este año son terribles. Las altas temperaturas son fatales para el kiwi. La fruta maduró una o dos semanas antes de lo habitual, y el calor afectó al volumen de producción".
La pitahaya también sufrió daños severos por las altas temperaturas. Se supone que esta es la época del año en que la pitahaya entra en el mercado en grandes volúmenes, pero este año el volumen de producción disminuyó hasta en un 80%. Si las temperaturas siguen siendo altas, ese porcentaje aumentará aún más.