Lleida es una provincia frutícola por excelencia, y entre la importante oferta de fruta de hueso y de pepita de la región empieza a destacar la de una fruta cuyos volúmenes, según se puede deducir comparando los datos de implantación y de área en producción de los avances de superficie y producción del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación relativos a 2021, están llamados a crecer considerablemente en las próximas temporadas: el higo, que se ha convertido en una interesante alternativa para muchos productores leridanos, como para Vincafruit.
“En Vincafruit estamos especializados en la producción de paraguayo desde el año 1999, pero tras las difíciles temporadas que atravesamos todo el sector en los años 2017 y 2018, decidimos apostar por diversificar la producción con nuevos productos introduciendo la granada y el higo”, explica Miquel Badía. “Ambas frutas son más resistentes a las heladas, y aunque haya un episodio de frío y queme las primeras flores, hay floraciones posteriores –al contrario que la fruta de hueso, que solamente tiene una floración– y siempre hay una producción asegurada”.
“Normalmente, la temporada de higo empezaría sobre el 10-15 de agosto, pero este año comenzamos la semana pasada porque las heladas retrasaron la campaña”. Y es que, como explica Miquel, el episodio de frío extremo fue muy importante en la zona e impactó fuertemente en la producción; de hecho, el propio Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya calificaba las heladas de abril como las “más virulentas de los últimos 40 años”. “Solo ha quedado un 30-40% de fruta en los árboles. Cuando se produjeron las heladas más fuertes, con hasta -7,5 °C, estuve casi tres días sin dormir con los sistemas antiheladas activados de noche para intentar salvar al menos parte de la producción de las 150 hectáreas que cultivamos”.
“En cuanto al higo, este será el primer año que comenzaremos a comercializarlo. En esta primera temporada vamos a producir unas 15-20 toneladas de la variedad Cuello de Dama, un higo autóctono de esta zona que supera los 25 grados Brix, y tenemos la proyección de llegar a 150-200 toneladas cuando de aquí a dos años nuestras 10 hectáreas entren en plena producción. Las primeras pruebas han sido muy positivas y el producto ha gustado mucho; además, los precios de venta son correctos, entre 2 y 3 euros el kilo”.
Y no solo correctos, sino atractivos a pesar de la mayor mano de obra asociada a su producción; aunque este año, en general en Lleida, el precio de la fruta no es precisamente el problema. “La falta de fruta de hueso está haciendo que los precios sean bastante buenos, sobre todo en paraguayo”, remarca Miquel Badía. “En nectarina y melocotón, Francia e Italia han tenido plena producción, de manera que ha habido una mayor diversificación de precios, pero el paraguayo es casi exclusivamente español”.
“Casi el 95% del paraguayo europeo se cultiva en España y esta campaña se ha helado el 60-70% de la producción. Además, hay que recordar que hace unos años hubo muchos agricultores que arrancaron las variedades más tardías por un tema de precios, y apostaron por fruta más temprana. Así que en estos momentos creo que solo habrá entre 4 y 5 empresas en España que estamos recolectando todavía paraguayos y tenemos fruta disponible”.
Vincafruit destina el 95% de su producción a la exportación, llegando con sus paraguayos a destinos europeos como Alemania, Austria, Suiza y Francia, e incluso a Asia por vía aérea. “Además de nuestros higos, aún tendremos disponibles paraguayos hasta la semana 39”, recuerda Miquel Badía.
Para más información:
Vincafruit
Seròs, Cataluña (España)
Tel.: +34 636 81 98 04
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