El sector de los invernaderos ha experimentado aumentos de costes impactantes en los últimos dos años. El aumento más importante está vinculado al coste del acero, que se ha disparado. En los últimos meses, la materia prima parece haber registrado una tendencia a la baja en los precios, otorgando un tímido optimismo para 2023.
(Foto: CO.SER)
"El loco crecimiento del precio del acero, que comenzó a finales de 2020, se aceleró en 2021, alcanzando máximos impensables, con aumentos para algunos productos siderúrgicos superiores al 130%. El pico alcista finalmente se detuvo el verano pasado", explica Maria Cipro, administradora de la empresa italiana CO.SER, especializada en la construcción de invernaderos. "En los últimos meses, incluso ha habido una ligera reducción en el coste de las materias primas, lo que nos ha permitido bajar el precio de nuestros invernaderos".
El equipo de CO.SER
"La situación era difícil de manejar, especialmente en 2021, con presupuestos que tenían una vigencia máxima de una semana, ya que teníamos que contrarrestar los casos de venta por debajo del coste, debido a los continuos cambios en el precio de compra de materias primas. Afortunadamente, nuestra empresa es muy sólida y ha sabido resistir y, aunque la demanda de invernaderos también es muy baja en 2022, al menos el precio del acero se ha estabilizado, haciendo que la situación sea menos caótica de gestionar", continúa Cipro.
"Además del coste de los invernaderos, que refleja el del acero y el del plástico, la tendencia del sector hortofrutícola es fundamental en la elección inversora de nuestros clientes. Este último año ha sido muy complejo por las subidas generalizadas tanto para los empresarios agrícolas que cultivan en invernaderos como para los que trabajan en campo abierto. Además, y no menos importante, recordamos las incertidumbres relacionadas con la guerra en Ucrania y el cambio climático, que cada vez es más intenso. Por un lado, el cambio climático hace que los invernaderos sean casi obligatorios para los agricultores que no quieran perder sus cosechas, y por otro, el riesgo aumenta incluso para nuestras estructuras, debido a los tornados cada vez más violentos".
(Foto: CO.SER)
"Llevo 10 años trabajando en este sector, pero al ser una empresa familiar he visto indirectamente el desarrollo durante los últimos 30. No recuerdo en absoluto un período comparable al actual", añade Alessandra Di Maio, que se ocupa de la administración, modernización y mejora corporativa. "Todos estamos esperando a que la situación mejore, pero estamos listos y con más energía que nunca. El sector agrícola es fundamental, y seguramente saldrá de este período difícil, tal vez incluso corrigiendo algunos abusos derivados de posiciones dominantes en la distribución. Será importante –no solo para los productores, sino también para los trabajadores– alcanzar precios justos que cubran los costes de producción de las fincas, reduciendo así la fuerte presión a la que están sometidas las diferentes partes en el sector".
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Según Cipro y Di Maio, en este momento la mayor demanda es para invernaderos individuales, por parte de pequeños empresarios agrícolas o de aquellos que simplemente quieran producir sus propias hortalizas de forma independiente. "La mayoría de los grandes productores siguen a la espera de una posible bajada del coste de las materias primas. Nosotros también esperamos nuevas bajadas del precio del acero, pero es una utopía pensar en una vuelta a los precios de inicio de 2020. Esperamos, por tanto, que en 2023 nuestros clientes, ya resignados a las subidas y implementando ya los ajustes necesarios también en sus precios de venta, vuelvan a invertir en invernaderos".
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