La campaña de clementinas y mandarinas bío se encuentra en estos momentos en plena transición de la primera a la segunda parte de campaña. La Clemenules ya se ha comercializado casi en su totalidad, pues ha habido más de un 30% menos de producción, al igual que su sucesora la Clemenvilla, cuya oferta se ha reducido por la afectación de Alternaria. A partir de ahora se cosecharán variedades como Nadorcott, Tango, Orri o Murcott, entre otras, cuyos precios son más altos respecto a la campaña pasada.
"En estos momentos estamos pasando a variedades con precios entre un 30 y un 40% más altos, un escalón importante que todavía no sabemos bien como acogerán los mercados", cuenta Alberto Torres, de la empresa valenciana Citruslandia, especializada en el cultivo y comercialización de cítricos ecológicos.
"Ya han empezado a venderse algunas partidas de Nadorcott y Tango bío, que parten de precios más altos en comparación a la temporada pasada. El año pasado la campaña de Nadorcott bío empezó con precios en campo de alrededor de 0,95€ el kilo, aunque la producción récord a nivel global hizo que los precios terminaran desplomándose por debajo de los 0,55€ el kilo. Este año se está pagando de entrada una media de 1,10-1,15€/ el kilo". explica el productor y comercializador.
En opinión de Alberto Torres, la segunda parte de campaña podría ser muy diferente a la primera. "En los últimos diez o quince años no se ha plantado prácticamente nada de variedades de primera campaña como Clemenules, sino que han ido arrancándose parcelas ante la presión de la oferta y precios bajos, algo que en una campaña con tan bajos rendimientos como esta, por la afectación del clima y las plagas ha derivado en una demanda alta y buenos precios para la fruta de calidad".
"Por otro lado, en pocos años la superficie plantada de Nadorcott y Tango bío no ha parado de crecer, y no solo en España, sino también en Italia, Turquía, Grecia o Egipto. Por eso, aunque este año hay menos producción respecto al año pasado en todo el arco mediterráneo, la oferta en bío se ve compensada por la entrada en producción de nuevas plantaciones certificadas", añade.
"Con precios tan altos en campo este año y con un pesimismo económico como está habiendo en Europa por la crisis energética y la inflación, que ya se han traducido en un descenso de las ventas de productos bío en alrededor de un 20%, la pregunta es: ¿Serán sostenibles los altos precios que se están pagando en campo por las mandarinas de segunda campaña? ¿Podremos venderlos con la misma facilidad y a los precios de la fruta de calidad de la primera parte de campaña? Personalmente, es algo que me preocupa", manifiesta Alberto Torres.
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Alberto Torres
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