No debería sorprender que prácticamente no queden hortalizas de invernadero holandesas o belgas este invierno, pero las "hortalizas de invierno tradicionales" parecen llenar el vacío en este suministro local. "Aparentemente, muchas hortalizas de invierno siguen atrayendo al consumidor, ya que la demanda es realmente buena", dice Benny Cuypers, de la cooperativa y subasta belga BelOrta.
"A los puerros les ha ido bastante bien durante todo el otoño", continúa Benny. "Esto se debe principalmente al rendimiento en campo. Y es que no han crecido todo lo bien que nos esperaríamos. No obstante, como la demanda es excelente, los precios son muy buenos. A principios de diciembre, las ventas han empezado a aumentar por la ola de frío. De hecho, en las últimas semanas, vemos precios cercanos al euro".
En cuanto a las endibias, la situación es muy diferente a la de los años anteriores. "Incluso podemos hablar de escasez de producto en el mercado. Los volúmenes en los países de cultivo tradicionales, como los Países Bajos, Bélgica y Francia, son claramente más bajos que en años anteriores, ya que la producción ha sufrido por la sequía del verano". Por lo tanto, los precios son atractivos, de acuerdo con Benny. "En las últimas semanas de diciembre, el nivel de precios fue muy bueno. Hace dos semanas, hubo un pequeño bajón, pero la semana pasada repuntaron nuevamente hasta 1,50 €/kg".
Parece ser una tendencia en toda la gama de hortalizas de invierno, puesto que la oferta de coles también es menor que en años anteriores. "Los precios de los repollos pueden considerarse buenos. La oferta y el peso del producto no son muy altos debido a la sequía del verano. El mercado de la col de Saboya no fue satisfactorio en el mes de diciembre, pero a partir de enero las ventas van mejor. Y es que la demanda ha aumentado claramente. No es que haya precios muy altos, pero las ventas son fluidas".
"Nuestras otras hortalizas, como los rábanos negros, los nabos, las chirivías y las coles de Bruselas, muestran la misma tendencia", concluye Benny. "La demanda es relativamente buena, mientras que la oferta queda rezagada. Los nabos, por ejemplo, han sufrido por las bajas temperaturas de principios de diciembre. Tenemos más trabajo de clasificación y la oferta queda limitada. En general, los consumidores parecen bastante interesados en las hortalizas de invierno en estos momentos".
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Benny Cuypers
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