En la isla de Tenerife, Javier Mosquera puso en marcha hace casi una década su proyecto de cultivo de albahaca con la OPFH Montaña Roja. “Al contrario que otros orígenes en Europa, en las Islas Canarias producimos albahaca 52 semanas al año gracias a la ventaja que supone nuestro clima”, explica Javier. “Justamente por eso nuestro fuerte es el invierno, aunque en verano seguimos comercializando la albahaca canaria a nuestros clientes, que valoran el fuerte compromiso que tenemos con ellos, a pesar de que aumenta la producción en Europa y en otros orígenes que la ofrecen a precios más baratos”.
“La competencia en el mercado de la albahaca proviene principalmente de Israel y Kenia”, comparte Javier. “No obstante, nuestra ventaja en el mercado es que somos un origen dentro de Europa y los clientes están dispuestos incluso a pagar un poco más por el producto europeo. Además, todo el mundo sabe cómo es la albahaca: un ataque de mildiu o una ola de frío por la zona de Israel hace que se resienta todo el mercado europeo, por lo que muchos clientes quieren contar con un origen seguro, como es Canarias”.
“Incluso en la ola de frío que ha habido en enero hemos seguido teniendo producción”, remarca Javier. “Los cultivos se ralentizaron porque las temperaturas bajaron a 12 grados, mientras que la albahaca necesita de 20 para arriba, y la cosecha bajó, pero nos ha ayudado mucho tener una buena planificación semanal. Ahora, entre los meses de enero y marzo, en invierno, cuando en Canarias somos de los pocos en Europa con producción, es justo nuestro momento fuerte en el que podemos seguir creciendo y abrir nuevas líneas”.
Muchos clientes de Europa, de hecho, ya han depositado su confianza en la albahaca producida en Canarias; una de las hierbas frescas, recordemos, más interesantes tanto por su elevado consumo como por su rentabilidad. “Todo depende del país comprador y el formato en el que se comercializa; por ejemplo, Francia pide manojos de 30 gramos e Inglaterra compra más a granel; pero el precio suele estar entre 7 y 9 euros el kilo”.
“Esperamos tener un crecimiento considerable el año que viene con las 50 nuevas hectáreas de Gran Canaria”
El proyecto de Montaña Roja nació en 2014, cuando Javier apostó por este producto y puso en marcha el cultivo en un invernadero de 8.000 metros cuadrados. “Ese año fue malo en general para los demás orígenes productores de albahaca y, aunque acabábamos de empezar, recibimos muchos pedidos, por lo que comenzamos a cultivar nuevas fincas para incrementar la producción y a crecer, hasta que llegó el COVID”.
“Todas nuestras exportaciones se hacen por avión, por lo que, cuando se cerraron las fronteras a los turistas y dejaron de hacerse vuelos a las islas por la pandemia, nos quedamos sin poder enviar nuestra albahaca a los clientes en Europa, donde además se había cerrado la restauración. Fue un auténtico desastre”, recuerda Javier. “No obstante, en este tiempo hemos logrado recuperarnos”.
“Hoy en día exportamos nuestra albahaca a Suiza, Alemania, Francia, Portugal y, por supuesto, hacemos envíos a la península; también hacemos envíos esporádicos a Inglaterra y Holanda. Hemos ampliado nuestra superficie hasta tener fincas en diferentes puntos de las islas de Gran Canaria y Tenerife, cada una con diferentes microclimas; la albahaca es un cultivo complicado y esto nos permite asegurar a nuestros clientes que nuestro suministro no va a fallar. En total tenemos 70 hectáreas que compaginamos con sandía y melón, y 40 de ellas las hemos cogido hace relativamente poco en Gran Canaria, por lo que para el año que viene esperamos tener un crecimiento considerable en nuestra producción”, adelanta Javier.
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Montaña Roja Herbs SAT
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