La subida de los precios de los cítricos dista mucho de ser una simple percepción. El Periódico de España recordaba hace unos días que la semana pasada se hizo viral un tuit de un consumidor que mostraba cómo una malla de naranjas de cinco kilos pasaba de costar en un hipermercado de Getafe 4,35 euros a 5,75 euros en tan solo tres días de diferencia.
Según explican agricultores, sindicatos del campo y distribuidores, uno de los principales factores que está detrás de esta subida es que nos encontramos en el final de temporada en muchas variedades de cítricos, por lo que hay menos oferta. Además, la sequía que se está viviendo no solo en España, sino a nivel mundial, ha reducido notablemente la producción en otros importantes países proveedores de cítricos como Turquía, Marruecos, Grecia o Egipto.
Asimismo, como recuerda Cristóbal Aguado, presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), “a todo eso hay que añadir además la subida drástica de la luz y de los insecticidas, que en algunos casos son del 300%”.
“El precio ha aumentado, pero los agricultores apenas están cubriendo los costes"
Los precios también han aumentado en origen, aunque con una diferencia más que remarcable con respecto al precio final. Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el kilo de naranja tipo Navel se pagaba al agricultor (sin envasar) a 0,14 euros en enero de 2022 y a 0,31 este año, es decir, más del doble, mientras, el precio del limón ha crecido de 0,18 a 0,35 una subida de más del 88,5%.
“El precio ha aumentado, pero los agricultores apenas están cubriendo los costes. Para ponerlo en destino, con el envasado, son 65 céntimos más, así que el total ronda el euro. En los lineales, sin embargo, se está vendiendo a 1,90 o 2 euros. La especulación es brutal y algunas cadenas siguen reconociendo que aumentan sus márgenes de beneficio”, denuncia Antonio Moreno, secretario de Agricultura de UPA.
Fuente: epe.es