El avance de la campaña citrícola confirma la previsión que ya barajaba Palmanaranja de que la merma productiva era mayor de lo estimado en el aforo inicial. “Como ya sabíamos, había una disminución de la cosecha con respecto a la anterior, pero la merma ha sido superior a lo previsto, diez puntos más, de un 24% ha pasado a situarse entre un 30 y un 35%”, señaló el presidente de la entidad, Antonio Carmona, recordando que la campaña citrícola se encuentra al 75% de la recolección.
Bajo su opinión, la campaña que suele terminar a finales de julio acabará antes; de hecho, podría concluir “a finales de abril, tres meses antes”, por lo que, aunque los precios de venta del producto han aumentado, “no llegan a compensar la pérdida de kilos”.
Desde Palmanaranja, Carmona indica que en un año normal se deriva al fresco el 80% de la cosecha y a la industria el 20% y este año la relación puede estar en el 70 y 30%, respectivamente. Y en lo que respecta a los mercados, en Europa se mantiene negocio con Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Reino Unido y Polonia. El sector también ha vuelto a trabajar en Canadá y Emiratos Árabes, hasta la entrada de naranja de Egipto.
“La realidad es casi dramática”
Así describe Carmona al factor que supondrá el mayor riesgo la próxima campaña: la sequía. La dotación de riego para el cítrico es de 4.500 metros cúbicos, y este año ha sido de 1.800 metros cúbicos, de ahí la merma productiva, y este año se mira al cielo nuevamente esperando unas lluvias que no llegan. “Vamos a tener una gran floración, pero todo va a depender mucho de la disponibilidad de agua, si no llueve, ahora se habla que la dotación para los regantes del Bembézar es 0, para los regantes de la comunidad del Genil, margen derecha e izquierda, se está hablando de una dotación de 700 metros cúbicos”, añade, sentenciado que “eso no es nada, será poder regar una semana en verano”.
Carmona echa la vista atrás, recordando la sequía del 95, aunque entonces “no había tanta arboleda citrícola”. “No lo hemos vivido nunca, creemos que no se van a secar, las dudas están en el engorde de la fruta, si va a poder engordar sin agua o se caerá”, y en que, “si no se cae, si engordará lo suficiente para su comercialización en fresco”.
Fuente: diariocordoba.com