Las mercancías importadas en el Reino Unido desde la UE estarán sujetas a cambios a partir de octubre, después de que el Gobierno británico haya hecho público recientemente su Modelo Operativo Objetivo.
Los nuevos planes supondrán un proceso más ágil que el anunciado anteriormente, tras una serie de retrasos en los controles más estrictos de las mercancías procedentes de la UE con destino al Reino Unido.
Se exigirán certificados fitosanitarios para los productos (frutas, verduras, semillas y cereales) importados de la UE.
A partir de enero se aplicarán nuevos controles en la frontera del Reino Unido, antes de que en octubre de 2024 se introduzcan nuevos controles de seguridad y protección para todas las importaciones de la UE.
Sin embargo, el nivel de los controles exigidos a muchas mercancías será menos estricto de lo previsto anteriormente, según Politico.
El Cabinet Office británico dijo que la introducción de los planes se escalonaría para minimizar los trastornos a las empresas, pero advirtió que estas deberían "trabajar con sus cadenas de suministro para prepararse ya para el cambio".
Se creará un "programa de comerciantes de confianza" para que los importadores habituales puedan evitar pasar cada vez por rigurosos controles aduaneros.
Se propone una "ventanilla única comercial", que permitirá a los comerciantes presentar sus trámites en un único sistema digital.
Pero Richard Ballentyne, director general de la Asociación Británica de Puertos, ha declarado: "Aunque muchos en el sector del transporte de mercancías acogerán con satisfacción la tan esperada publicación del Modelo Operativo Objetivo (TOM), en muchos sentidos el documento es un trago amargo, ya que gran parte de los millones de libras de inversión tanto pública como privada, por no mencionar el enorme esfuerzo colectivo que ha habido para desarrollar la red de nuevos Puestos de Control Fronterizo (BCP), es probable que se desperdicie.
El TOM confirma que serán necesarias muchas menos intervenciones fronterizas, a medida que se vaya implantando un nuevo programa de control sanitario medioambiental en nuestras puertas de entrada internacionales.
Aunque esto es positivo en términos de facilitación de la carga a través de nuestras fronteras, nuestros puertos han tenido que construir infraestructuras que probablemente no serán necesarias. Esto deja a nuestro sector sin recursos y con caras estructuras en sus polígonos. Queremos que el Gobierno se haga cargo de gran parte de estos costes, pues de lo contrario los clientes de los puertos y el comercio podrían tener que hacer frente a cargas adicionales.
Además, como el TOM se ha retrasado casi seis meses, ahora queda un tiempo limitado para modificar y preparar las instalaciones para las nuevas disposiciones".