En el mes en el que el consumo –de manera generalizada y a veces irreflexiva– se dispara y se vuelve más selectivo, los alimentos exóticos, tropicales y las calidades premium entran en los frigoríficos de la mayoría de los hogares. No obstante, paradójicamente desciende la demanda del producto tropical español por excelencia, con un volumen de producción absolutamente único en el continente europeo, y con una calidad acreditada por una IGP, que además tiene un precio más que asequible: el plátano de Canarias.
“El mes de diciembre es, de hecho, históricamente bajo para el consumo”, confirma desde Alicante Francisco Alcalde, comercial de Platania, un grupo con sede en Tenerife especializado en el plátano de Canarias, que comercializa anualmente unos 25 millones de kilos.
“Este año, además, es diferente a los años anteriores. En 2022 el volcán en La Palma mermó una parte importante de la producción y hubo muchos menos kilos; pero este año es todo lo contrario: el verano y el otoño han sido excesivamente cálidos y las producciones se han disparado. Al aumentar tanto los volúmenes, las frutas llegan adelantadas y esto precipita que haya que vender rápido, por lo que el descenso de las ventas no viene bien en este momento”.
“De hecho, a pesar de que estamos exportando plátanos a Marruecos, unos 200.000 kg semanales, y haciendo donaciones a bancos de alimentos a razón de unos 12 camiones semanales, el mercado está un poco saturado”.
El desvío del gasto de los consumidores hacia otros alimentos en esta época impacta sobre el consumo de plátano de Canarias, que ya se enfrenta a lo largo de todo el año en los mismos espacios donde es comercializado a la banana importada, recuerda Francisco, “que aunque tiene un sabor distinto, porque tiene que ser cortada muy temprana para que aguante trayectos de 3 o 4 semanas hasta llegar a España desde Latinoamérica o Sudáfrica –frente a los 3 días que tarda el plátano en llegar desde el archipiélago canario–, es más económica. Aunque son los supermercados los que establecen eso”, destaca.
“A veces detectamos que las grandes superficies ponen más margen comercial al plátano que a la banana. Es un tema comercial que no podemos controlar, pero confiamos en que la marca Plátano de Canarias es muy reconocida por los consumidores y hay una gran concienciación de los beneficios que proporciona su consumo”.
“El plátano tiene un precio en origen que se establece de manera semanal, que depende de la producción y de la demanda. No obstante, la semana pasada el plátano estuvo unos 10 céntimos más barato que la banana, y todos podemos ir a las tiendas y ver la diferencia que existe en el precio final para el consumidor entre las dos frutas. En Marruecos, donde se está exportando parte de nuestra producción, y donde hay un consumo importante de banana, quizás el plátano canario les está resultando más barato a ellos por temas logísticos”.
“Ahora mismo hay sobreproducción, por desgracia”, prosigue Francisco Alcalde. “Pero normalmente las producciones más potentes están en la primavera, y a lo mejor en ese momento vamos a ir escasos de oferta porque todo lo que se está adelantando ahora podría faltar en ese momento”, plantea.
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