Es un período complicado para el mercado de la piña, con una "oferta limitada" y una calidad bastante "heterogénea", según François Moran, de Tropibana, importador presente en el MIN de Rungis. ¿El motivo? Problemas meteorológica en la producción que frenan el crecimiento de estas frutas exóticas.
Ante esta oferta limitada, procedente principalmente de Costa de Marfil, Ghana y Costa Rica, los precios se disparan. "Los lotes con muy buena coloración se venden a un precio elevado, entre 13 y 15 euros el paquete. Para los colores verdes, estamos entre 10 y 12 euros el paquete. En estos momentos hay mucha reducción de existencias, con un producto de calidad media. Y el problema es que, si la calidad es decepcionante, el cliente no volverá, independientemente del precio de venta".
Así pues, el mercado está poco abastecido y las ventas se ven frenadas por unos precios excesivos en un clima de consumo que tampoco es favorable para la fruta exótica. "No hay que olvidar que la gente no se pelea por comer piña en estos momentos. Lo que quiere son melocotones, nectarinas, albaricoques; en resumen, productos de verano. La piña, como la banana, son frutas que se consumen mejor en invierno".
Recién cortada: un concepto en auge
Aunque la venta de piñas por piezas experimenta actualmente algunas dificultades, la piña cortada parece ganar cada vez más adeptos. "Tengo clientes que pelan las piñas porque así es más fácil venderlas. Algunos han vendido casi un 20-30% más de piña cortada. Se nota que la piña cortada es cada vez más popular. Hace poco vi piña a un precio 1,5 euros la pieza en un supermercado, y la misma piña precortada costaba 12,90 euros el kilo. La diferencia de precio es asombrosa, pero por falta de tiempo, la gente opta por la vía fácil y está dispuesta a pagar más".
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