Para la campaña 2023/24, la previsión de producción de limón fresco se ha actualizado a la baja un 11% hasta 1.700 toneladas, frente a las estimaciones oficiales del USDA de 1.907 toneladas. Esta trayectoria negativa se puede atribuir al empeoramiento de las condiciones meteorológicas, con temperaturas más altas de lo esperado y unas lluvias irregulares y severas durante la cosecha que no solo han afectado al tamaño de los limones, sino que también han dañado numerosos limoneros. Además, el tamaño medio de la fruta ha sido inferior al estimado inicialmente, lo que ha reducido la producción total, pero los productores esperan fruta de alta calidad.
Durante la campaña 2023/24, la cosecha de limones comenzó aproximadamente 30 días más tarde de la semana de inicio habitual, un retraso también atribuido a los efectos polifacéticos del cambio climático. A pesar de este retraso, resultó el cambio compensó las expectativas negativas de producción en cuanto a calidad y calibre de la fruta.
También se revisó la previsión de limón fresco, hasta las 1.850 toneladas para la anterior campaña 2022/23, con un incremento del 12% respecto a las últimas estimaciones oficiales del USDA. Los efectos adversos de la sequía fueron menos graves de lo esperado.
Los productores argentinos de limón se han enfrentado a importantes desafíos económicos debido a la persistente sobreproducción internacional en el mercado de cítricos frescos y al estancamiento de la demanda. Esto ha dado lugar a períodos prolongados de precios más bajos en los últimos cinco a siete años en comparación con la década anterior. Navegar por un mercado caracterizado por el exceso de oferta ha sido especialmente difícil para los productores locales.
A pesar de estas dificultades, en la última década el sector del limón ha realizado importantes inversiones en nuevas técnicas y tecnologías de producción. En particular, entre el 70% y el 75% de la producción total de limones de Argentina se dedica ahora a la exportación de productos transformados, como aceites esenciales, pulpa congelada y piel deshidratada. Estas mejoras han contribuido a la resistencia y adaptabilidad del sector en un mercado global altamente competitivo.
Los limones se cultivan principalmente en las provincias noroccidentales de Tucumán, Salta y Jujuy, con alguna producción menor en el noreste de Argentina, como se muestra en la figura 1. Eureka Frost, Lisboa Frost, Limoneira 8 A y Génova EEAT son las principales variedades de limón cultivadas en Argentina según la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC).
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Fuente: apps.fas.usda.gov