Muchos jóvenes han abandonado Moldavia en busca de aventuras en el extranjero. No es de extrañar, ya que se trata del país más pobre de Europa, con pocas oportunidades de empleo, sobre todo en el campo, y ofrece escasas perspectivas de un salario digno. Dorina Tataru también esperaba asegurar su futuro con estudios económicos en Rumanía, país miembro de la UE. Pero cuando llegó la pandemia, su padre, Ion, le pidió que volviera a casa y cultivara fruta con él en la fértil ladera que domina la casa paterna. No tardó en aprovechar la oportunidad.
Gracias a sus conocimientos de inglés y a su formación económica, Dorina se ocupa de la comercialización en el extranjero de ciruelas, melocotones planos y cerezas. Su empresa, Dor Fruct –nombre que hace honor a su nombre de pila–, cultiva más de 30 hectáreas. Dorina pertenece al cada vez más numeroso grupo de jóvenes moldavos emprendedores decididos a transformar su país en un lugar donde la modernidad y la prosperidad dejen de ser palabras utilizadas solo en promesas vacías.
Dorina Tataru, directora de ventas.
Camiones propios
"Mi padre tiene más de 20 años de experiencia en el comercio de frutas", empieza relatando Dorina, "pero la agricultura era algo nuevo para él. Para repartir los riesgos, tanto de cultivo como de comercialización, decidimos diversificar desde el principio. Tenemos 12 hectáreas de cerezas, 10 de melocotones y 10 de ciruelas. Complementamos este suministro con volúmenes que obtenemos de otros productores, como uvas y albaricoques. Vendemos la mayor parte de la fruta al mercado de la Unión Europea, donde la transportamos en nuestros propios camiones –tenemos seis– o en los de un socio logístico".
Los campos de cerezas, melocotones planos y ciruelas de Dor Fruct.
Cerezas rajadas
Esta cálida primavera no ha supuesto ningún problema para la fruta de hueso de Dor Fruct, gracias al buen funcionamiento del sistema de riego. Sin embargo, las fuertes lluvias de la temporada pasada, justo antes de la cosecha, afectaron a la calidad y a la cantidad de sus cerezas. "Cayeron 130 mm en cuatro días. Solo tenemos mallas antigranizo, pero ni siquiera una cubierta de plástico que hubiera evitado que la lluvia golpeara la fruta habría impedido que se agrietaran", dice la directora comercial.
A pesar de que este año ha llovido mucho en ocasiones, la última durante la tormenta Boris, Dorina afirma que la disponibilidad de agua es un reto que hay que tener en cuenta. "Quienes planten cultivos en cualquier lugar deben ver primero si pueden disponer de agua suficiente para el riego. Es demasiado arriesgado cultivar fruta en secano, pues los calibres que se alcanzan son demasiado pequeños. Nosotros hemos construido un gran depósito de agua a unos 100 m de nuestras parcelas".
Cosecha de ciruelas.
Ventana favorable para la venta de ciruelas
La empresa optó por plantar varios tipos de fruta de hueso y de distintas variedades para escalonar la cosecha y poder dar trabajo a los recolectores –por ahora, gente de la localidad y de pueblos cercanos– durante todo el verano. "En cerezas, hablamos de Kordia, Regina y Royal Helen; en ciruelas, de Stanley, President, Tophit y Blue Moon", explica Dorina.
Para las cerezas, Dor Fruct tiene un buen cliente en los Países Bajos, y algunos compradores habituales en Alemania, Rumanía y Croacia. Para las ciruelas, sin embargo, es algo más amplio. "Moldavia tiene ciruelas disponibles hasta noviembre, lo que supone una ventaja sobre, por ejemplo, Serbia y Macedonia. Nuestra fruta suele ser de mejor calidad y se almacena bien. No se puede negar que la electricidad para el almacenamiento es cara, pero en noviembre conseguimos un precio mucho mejor por nuestras ciruelas".
Siguiente en la lista: albaricoques
Los productos de categoría II se destinan al mercado local para su transformación. "Sin embargo, apostamos plenamente por la calidad, y si tienes volúmenes suficientes, la exportación siempre es más ventajosa que la venta nacional", afirma Dorina, y añade que también quieren plantar un campo de albaricoques. "Ya exportamos los albaricoques de otros; ahora queremos cultivarlos nosotros. Siempre es mejor controlar uno mismo todos los procesos. Controlamos todas las fases de la cadena de varios cultivos, desde el cultivo hasta el almacenamiento, el envasado e incluso el transporte".
Melocotones planos.
Edificio nuevo
Ion, el padre de Dorina, admite no obstante que Moldavia va a la zaga en cuanto a infraestructuras poscosecha. "La fertilidad de nuestro suelo y las muchas horas de sol de nuestra región se manifiestan en un sabor excelente, pero eso no basta para satisfacer las exigencias de un mercado como la UE. Alquilamos cámaras frigoríficas y utilizamos una línea de clasificación en un almacén cercano, pero ya hemos empezado a construir una instalación de envasado con equipos modernos, incluido un hidroenfriador para las cerezas. Estará al pie de la ladera donde se encuentran nuestras parcelas", adelanta.
En cuanto al envasado, Dor Fruct suministra su fruta de hueso en cajas de madera, también bajo su propia marca, Dor Fruct. "Cuando nos traslademos a nuestras nuevas instalaciones, estas posibilidades serán mucho más amplias. Entonces nos expandiremos gradualmente, tanto en el cultivo como en la exportación de nuestra fruta y de productos de agricultores contratados", afirma Dorina. Espera que, en el futuro, toda la familia, incluidas su madre y sus dos hermanas, puedan formar parte de este hermoso proyecto. "Soñamos con construir esto en familia, y así ayudar a la comunidad local y al país a salir adelante", concluye.
Dor Fruct cuenta con las certificaciones GlobalGAP y GRASP y estará presente en la próxima edición de Fruit Attraction en Madrid. Puedes encontrar a la empresa en el stand de la organización conjunta de Moldavia Fruct, 10D18.
Para más información
Dorina Tataru (directora de ventas)
Dor Fruct Group Ltd
Corjova (Dubasari) - Moldavia
Móvil +373 693 40 232
[email protected]
https://dorfruct.com/