La campaña 2024 de pera Conferencia ha sido más corta de lo normal en España y el sector afronta el primer trimestre del año con unos stocks muy inferiores a los de los años previos.
"La realidad es que febrero, cuando teóricamente debería aumentar el consumo de pera, no ha empezado con la fuerza que se preveía. Las ventas van pausadas, pero sí que es cierto que, al haber tanta falta de kilos en zonas como Lérida, este año no hay ese miedo y esa sensación de agobio de otros años porque, pese a que el consumo vaya despacio, los stocks están controlados", explica Ricardo Pisón, de Frutas Pisón.
"La demanda nacional va muy tranquila, pero también la internacional", prosigue. "El año pasado fue un espejismo dentro del mercado de la pera porque en Italia faltaron kilos por motivos climatológicos, y hubo una demanda y unos precios anormalmente altos. Este año no se está notando que vengan compradores italianos con la fuerza de la campaña pasada porque, además, es posible que se estén nutriendo más de fruta de Bélgica y Holanda".
"No obstante, esa demanda inesperada del año pasado, de alguna manera, creó una burbuja en precios que también la sufrió el mercado nacional, por lo que este año, a pesar de la menor producción, los precios han vuelto a estar dentro de un orden que va a venir bien".
"Por último, es interesante señalar que el año pasado la mayoría de las peras no tenía condiciones de larga conservación, lo que aumentó la presión para vender; pero la fortaleza de la fruta de la campaña de 2024 va a permitir aguantar las peras en cámara todo el tiempo que haga falta si el consumo sufre algún parón", subraya Ricardo.
"Todo apunta a que este año la pera se acabará pronto; pero, en todo caso, no va a ser un año complicado para manejar los stocks, que pueden permanecer en cámara en condiciones óptimas hasta septiembre e incluso octubre".
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