Las pruebas de laboratorio chinas realizadas a las cerezas de los 20 contenedores inspeccionados de los que viajaban en el Maersk Saltoro, según se informa, confirman el peor pronóstico: "Toda la fruta debe ser reexportada o destruida en China". El coste potencial de los más de 1.300 contenedores de unas 25.000 toneladas puede ascender a 25 millones de dólares, según las primeras estimaciones de los expertos del sector. Se dice que las reclamaciones al seguro no se cerrarán hasta dentro de muchos meses, dada la magnitud y el volumen de los siniestros.

Las inspecciones chinas del 100% de la carga se reanudaron el lunes con la descarga de entre 300 y 600 contenedores más, según una fuente sobre el terreno en China. "Las aduanas han vuelto a confirmar que inspeccionarán el 100% de la carga. Hoy (lunes 24 de febrero) se ha reactivado la descarga y se han inspeccionado 300 contenedores más. Han confirmado que ninguno de los contenedores entrará en el mercado chino y serán rechazados por las aduanas. Hay dos posibilidades para el siguiente paso tras la inspección aduanera: destrucción o reexportación. Hasta ahora no hay ningún contenedor inspeccionado que haya pasado al siguiente paso del proceso".
El experto del sector señala que, dado que otras frutas procedentes de Chile siguen su curso en el proceso de exportación, la atención no debe centrarse únicamente en este envío. "Es muy importante seguir adelante, la industria frutícola sigue adelante y no debemos enfocarnos solo en este tema. Chile exporta varias especies frutales al mundo y hay que pasar página lo mejor y más rápido posible y seguir adelante".
Por el momento, las especulaciones son muchas, ya que la industria y otros actores esperan con impaciencia nuevas comunicaciones oficiales de las autoridades chinas, así como de Frutas de Chile.