"Con una producción en crecimiento y un enfoque en calidad premium, el lichi brasileño se distingue del de otros países competidores como Madagascar, Sudáfrica y Mozambique, donde se aplican tratamientos de conservación química", afirman los productores y comercializadores brasileños Camila y André Boni.
"La fruta brasileña, libre de pesticidas y sin tratamientos artificiales, ha encontrado un nicho en mercados exigentes como Francia, Canadá, Alemania, Inglaterra, Portugal y España", afirman los representantes de la compañía brasileña Britchis.
La compañía cuenta con su área de producción dedicada al cultivo de más de ocho variedades de lichi y ha visto un crecimiento exponencial en su volumen de exportación en los últimos años. Mientras que en la primera temporada se exportaron 30 toneladas, en la más reciente se alcanzaron las 70 toneladas. Para afrontar esta creciente demanda, la empresa planea aumentar los turnos de trabajo y operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
El envío de la fruta se realiza exclusivamente por avión, ya que el lichi es altamente perecedero. A temperatura ambiente tiene una vida útil de solo cinco días, mientras que en cadena de frío puede llegar a 14 días. "No hacemos tratamiento de enchufe como en otros países, así que optamos por el envío aéreo para garantizar la frescura y la calidad", explica Camila Boni, directora comercial de Britchis.
"Nuestro lichi se distingue en el mercado porque es un producto sin pesticidas, lo que nos permite ofrecer una fruta de calidad superior. Esta característica ha permitido que la empresa posicione su producto en mercados más exigentes", destaca Camila.
"Para minimizar el desperdicio, la empresa ha desarrollado una línea de productos derivados del lichi, como fruta deshidratada, liofilizada, miel y aguardiente. Teníamos un desperdicio muy grande, y por eso creamos estos subproductos. Además, la empresa utiliza empaques de tecnología, como los sacos Stepac de Israel, que ayudan a preservar la frescura de la fruta durante el transporte", afirma André André Boni, gerente de operaciones de la compañía.
Uno de los principales retos en la producción de lichi es su alta sensibilidad a las condiciones meteorológicas. Durante la cosecha, que ocurre entre diciembre y enero, las altas temperaturas y las lluvias torrenciales pueden afectar la recolección y la logística. Sin embargo, la proximidad al aeropuerto de Guarulhos, a 300 km del cultivo, facilita la distribución rápida de la fruta en camiones refrigerados.
"En cuanto a las tendencias del mercado, hemos notado un creciente interés por el lichi como producto gourmet. Vendemos variedades especiales con embalajes coloridos que llaman la atención en el mercado nacional. La fruta se comercializa en diversos formatos, incluyendo granel, sacos, cumbucas y ramos, dependiendo de la preferencia de cada mercado", concluyen.
Para más información:
Camila Boni y André Boni
Britchis
Brasil
Tel.: +55 (19) 99679-0707
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www.lichiasbritchis.com.br