Todo indica que la cosecha de aguacate de Kenia de este año es mayor que la de la campaña anterior, de acuerdo con Muchui Maingi, director de Tomu Ltd. "Tuvimos un descenso de alrededor del 10% en la producción de aguacate de 2024 por los efectos de las lluvias. Sin embargo, se prevé que este año la producción repunte un 5%, superando las 550.000 toneladas. Las exportaciones van en aumento, impulsadas por la fuerte demanda en mercados tradicionales como Países Bajos, EAU y España, y mercados emergentes, como India y China. La calidad de la fruta es buena en las explotaciones, pero los problemas logísticos también han hecho acto de presencia esta temporada, debido al conflicto del mar Rojo, que ha alargado los tiempos de tránsito hasta Europa a más de 40 días. Esto afecta en gran medida a la calidad de la fruta a su llegada y ha repercutido negativamente a las liquidaciones de los exportadores. Las medidas reglamentarias aplicadas por la Autoridad de Agricultura y Alimentación en octubre de 2024, con el suspenso de los envíos marítimos de aguacates inmaduros, han garantizado una mejor madurez y calidad de la fruta. Las exportaciones se reanudaron a principios de febrero para Fuerte y Pinkerton, y para Hass en marzo".
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Maingi afirma que la demanda de aguacates es fuerte, tanto en el extranjero como en el mercado interior keniano. "Las perspectivas para los aguacates kenianos en 2025 son prometedoras, con una demanda internacional sostenida y una diversificación estratégica del mercado, lo que reforzará el crecimiento del sector. Esperamos exportar aproximadamente 140.000 toneladas, lo que supone un crecimiento ligeramente superior al 5%. También existe una fuerte demanda local de casi 250.000 toneladas. Los ingresos generados por la exportación han superado a los de cultivos comerciales tradicionales como el café, lo que sitúa firmemente al aguacate como uno de los principales generadores de divisas de Kenia".
La falta de infraestructuras adecuadas es uno de los principales escollos que deben superar los exportadores de Kenia. Maingi afirma que "los aguacates kenianos se enfrentan a varios retos relacionados con la calidad que repercuten en su competitividad a escala mundial. En Kenia, las inadecuadas instalaciones de posmanipulación y almacenamiento son responsables de casi el 40% de las pérdidas de fruta. Esto incluye infraestructuras deficientes, falta de instalaciones de almacenamiento en frío o el uso ilegal de camionetas y coches para el transporte. La recolección ilegal de fruta inmadura también requiere una respuesta contundente por parte de los organismos gubernamentales".
Para mejorar la situación, hay que invertir en todos los ámbitos, según Maingi. "Creo que las inversiones en el cultivo del aguacate keniano deberían abarcar toda la cadena de valor, desde la producción hasta el acceso al mercado. Hay que pensar en cosas como la formación de los agricultores y los servicios de extensión, centrándose en las buenas prácticas agrícolas (BPA), como la poda adecuada, la cosecha, el control de plagas y el riego. Se recomienda equipar a los pequeños agricultores con herramientas para evaluar la madurez de la fruta antes de la cosecha, con el fin de mejorar el control de calidad en las explotaciones. También se hace hincapié en el apoyo a los pequeños agricultores para que obtengan certificaciones de organismos como GLOBALG.A.P. y Rainforest Alliance para facilitar la entrada en mercados de primera calidad".
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Maingi explica que los pequeños agricultores podrían beneficiarse mucho de las inversiones, sobre todo cuando se trata de añadir valor a los aguacates. "Invertir con las universidades locales en investigación y desarrollo en centros emergentes de aguacate como Meru, al oeste de Kenia, en soluciones digitales de trazabilidad, seguimiento de la madurez y servicios de asesoramiento también mejoraría la posición de Kenia. La penetración de los smartphones en Kenia supera el 80%, mientras que entre los menores de 35 años es del 75%. Esto aumenta la transparencia y la confianza. Las iniciativas de valor añadido, como los aguacates congelados y las instalaciones de procesamiento de aceite de aguacate, deberían ser una prioridad para el Gobierno y los inversores locales o internacionales. De este modo se frenarían las pérdidas poscosecha o se evitaría la baja calidad, comúnmente denominada "rechazos", para la exportación. Estas iniciativas podrían empoderar a los pequeños agricultores locales, que a menudo se han deshecho de sus aguacates rechazados a precios tirados".
"Los organismos gubernamentales deberían desarrollar una marca para los aguacates de Kenia en los mercados internacionales, centrada en la calidad premium y la sostenibilidad, en colaboración con proveedores consolidados. Los aguacates kenianos son conocidos en todo el mundo por su calidad, ya que se alimentan del sol y la lluvia en el ecuador, con un sabor que yo describiría simplemente como rico y cremoso", concluye Maingi.
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