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Perú apuesta por el cultivo de la frambuesa y la cereza

En Perú, la frambuesa y la cereza se perfilan como productos frutícolas con potencial en mercados internacionales, siguiendo el precedente de grandes exportadores como Chile y México. Después del éxito del arándano, Perú busca consolidarse como proveedor frutícola. La frambuesa ha mostrado avances significativos desde sus primeros cultivos en 2009. En 2018, se exportaron 16 toneladas, aunque los problemas logísticos han llevado a optar por productos congelados debido a la delicadeza del berry.

La variedad Heritage, popular mundialmente, ha presentado desafíos para la exportación en fresco desde Perú. Actualmente, hay entre 50 y 60 hectáreas cultivadas, con un crecimiento anual esperado del 15%. Los cultivos se concentran en regiones con ventanas de frío adecuadas como Arequipa y Cajamarca. El costo de producción es de aproximadamente S/ 79.000 por hectárea. La importación de material genético es limitada, pero se negocian protocolos sanitarios con Chile y Estados Unidos.

El valor comercial de la frambuesa es evidente, con exportaciones globales de 530.000 toneladas en 2024, valoradas en US$ 4.800 millones. La demanda es alta en Estados Unidos, Canadá y Europa occidental. Perú podría ofrecer una ventaja competitiva con nuevas variedades que permitan una ventana comercial anual.

En cuanto a la cereza, el desarrollo está en una fase experimental. Se exploran variedades genéticas para determinar la mejor adaptación al clima peruano, ya que el país tiene problemas por su latitud cálida. Las cerezas requieren un mínimo de horas frío, lo cual no se alcanza en la costa peruana. Los ensayos se realizan en valles específicos.

En 2024, las exportaciones globales de cereza alcanzaron un millón de toneladas, con un valor de US$ 6,500 millones. Chile lidera el mercado con el 49% de participación. China es el principal importador, con Perú buscando competir directamente si logra producir masivamente. El puerto de Chancay ofrece una ventaja logística hacia China.

El Estado facilita la importación de material genético y espera iniciar exportaciones masivas en dos años, lo que sería un hito para Perú como potencia agroexportadora.

Fuente: freshfruit.pe