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Othmane Michbal, de Les Domaines Zniber (Marruecos)

La producción marroquí de fruta de hueso crece en volúmenes y calidad esta temporada

La temporada de fruta de hueso en Marruecos avanza. Las cosechas de Tarudant y Marrakech dejan paso poco a poco a las de Mequinez. La mayor parte de la producción nacional se concentra ahora en la región de Mequinez/Saïss, lo que la convierte en un buen indicador del estado del sector a escala nacional. Othman Michbal, director general adjunto de Les Domaines Zniber, uno de los exportadores agrícolas más antiguos del país, comparte sus impresiones sobre la temporada actual.

Un periodo difícil para el sector, pero el panorama no es del todo desalentador
El sector de la fruta de hueso atraviesa una época difícil. La escasez hídrica agota a los productores, y el aumento de las temperaturas y los desastres climáticos, cada vez más frecuentes, hacen que producir sea arriesgado. El tratamiento fitosanitario ha perdido protagonismo en un momento en que los consumidores y los responsables políticos se están alejando del uso de productos químicos. También están surgiendo otros retos urgentes y latentes, y los productores deben demostrar su destreza y pericia agronómica para mejorar la calidad sin romper el delicado equilibrio. Sin embargo, el sector se beneficia de un mercado exterior en constante crecimiento y de un mercado local muy condicionado por la oferta y la demanda.

Estacionalidad y superficies estables este año
Según Michbal, la temporada de fruta de hueso abarca gran parte del año, con cosechas escalonadas de sur a norte. Sin embargo, el aumento de las temperaturas está reduciendo los rendimientos en varias regiones. El productor explica: "La temporada empieza en la semana 13 en Tarudant, y de la 15 a la 21 en Marrakech. En Mequinez, baluarte de la producción nacional, la temporada va de la semana 18 para las variedades extratempranas a la 40 para las tardías. Este año no hay grandes cambios en la estacionalidad, salvo un ligero retraso en el inicio, que no afecta a los grandes volúmenes. Tampoco ha habido cambios significativos en los calendarios de exportación, ya que Tarudant y Marrakech siempre han estado orientadas a la exportación, mientras que la producción de Garb atiende principalmente al mercado local".

Es difícil cuantificar con precisión los cambios de superficie o volumen a escala nacional, sobre todo en épocas de sequía. Michbal observa cierta estabilidad relativa: "La superficie no ha cambiado fundamentalmente. Sin embargo, el estrés hídrico y el cambio climático han llevado a muchos productores a arrancar sus campos, con la consecuente reducción de los volúmenes. Las frutas de hueso necesitan entre 500 y 900 horas de frío para satisfacer sus necesidades fisiológicas, por lo que estamos asistiendo a un desplazamiento gradual de las plantaciones a altitudes más elevadas. Además, varios productores están apostando cada vez más por variedades de baja necesidad de frío, que se adaptan mejor al clima actual de las distintas regiones".

Más de 130 variedades para cubrir toda la temporada
Como cultivos sensibles al calor, las frutas de hueso están en primera línea de la adaptación al cambio climático, un reto que, según Michbal, Domaines Zniber ha asumido. "La temporada pasada fue especialmente difícil desde el punto de vista meteorológico. Tuvimos varias oleadas de floración por la inestabilidad de unas temperaturas en aumento. Incluso algunos árboles daban frutos y flores al mismo tiempo, lo que complicó los tratamientos fitosanitarios. Hace varios años, nos dimos cuenta de que, aunque por supuesto esperábamos unas condiciones meteorológicas favorables, la única forma de avanzar era diversificar significativamente nuestra cartera de variedades, así que lanzamos un gran proyecto para desarrollar nuestro patrimonio varietal, y los resultados han sido muy satisfactorios", destaca el experto.

Y prosigue: "Este trabajo de desarrollo varietal parte de un terruño muy bueno. Gracias a su microclima, a sus recursos hídricos y a su altitud, el terruño de Mequinez ha sido ideal históricamente para el cultivo de frutas de hueso, dando frutos de gran calidad aromática. Esta temporada, hemos ampliado nuestra gama a más de 130 variedades de ciruelas, melocotones y nectarinas. Esto nos permite alargar la temporada, repartirla más uniformemente y dotarla de mayor continuidad y resistencia a los riesgos climáticos. Los rendimientos también han aumentado en comparación con 2024. Esta estrategia, combinada con una mejora de las condiciones meteorológicas, nos permite hacer buenas previsiones para esta temporada. Nos hemos beneficiado de más de 900 horas de frío, y nuestras nuevas variedades están teniendo un comportamiento excepcional, lo que se traduce en un aumento de los volúmenes a pesar de los daños causados por las tormentas de granizo en la región de Saïss".

Clara mejora de la calidad esta temporada
Las primeras cosechas son prometedoras, como señala Michbal. "Para lograr frutas de hueso de buena calidad, es preciso que se conjuguen muchos parámetros. Esta temporada hemos obtenido fruta firme, con una coloración uniforme, una fragancia intensa y un buen aroma. El índice Brix oscila entre 10 y 18 grados, según la variedad. Gracias a un buen aclareo, también hemos podido obtener los calibres solicitados por nuestros mercados, logrando una buena proporción de fruta de calibre AA (muy demandada), así como de calibres A, B y C, evitando al mismo tiempo una gran proporción de fruta demasiado grande (AAA) o demasiado pequeña (D). No es tarea fácil; la gestión técnica se encuentra con muchas trabas. Por ejemplo, tuvimos lluvias continuas durante todo el mes de marzo, lo que complicó los tratamientos fitosanitarios, así como cuatro granizadas entre abril y mayo. Por no hablar de plagas como los trips y los ácaros, y enfermedades como el oidio y la polilla oriental".

Demanda local e internacional sostenida
A pesar de la inflación y la subida de los precios de la fruta, el mercado marroquí se muestra entusiasta con las frutas de hueso y absorbe grandes volúmenes, lo que aporta seguridad a los productores. Michbal expresa su confianza respecto a la demanda: "Gracias a una demanda inquebrantable, prevemos un aumento de nuestros programas de exportación, así como de nuestro suministro al mercado local. En el mercado local, trabajamos con muchos distribuidores grandes y medianos de forma estructurada. Nuestra fruta también es apreciada en muchos destinos del mercado de exportación, sobre todo el Reino Unido y Alemania".

La temporada marroquí coincide con la de España, su principal competidor en el mercado europeo. Sin embargo, según Michbal, hay sitio para todos. "La competencia con España suele ser feroz, ya que los productores españoles tienen grandes volúmenes y aplican una política de precios agresiva. A pesar de ello, la demanda en Alemania y el Reino Unido es lo bastante fuerte como para absorber el excedente de volumen que registramos este año. También hay otros mercados con gran potencial, como Francia. El principal obstáculo en Francia es el patriotismo de los consumidores, que prefieren los productos nacionales aunque sean más caros. Confiamos en poder estabilizar nuestros envíos a Europa gracias a nuestro trabajo en la calidad de la fruta, el envasado, la consistencia, la rapidez del tránsito y, lo que es más importante, nuestra adaptación a unas normas y certificaciones de exportación cada vez más estrictas, que están haciendo que muchos exportadores se retiren del mercado europeo".

Otros mercados son prometedores pero logísticamente complicados
Otros mercados resultan atractivos para los exportadores marroquíes, pero los problemas logísticos dificultan su potencial. Michbal explica: "El mercado del Golfo es muy interesante, pero actualmente tenemos que hacer las entregas por vía aérea porque la fruta es sensible a los largos tiempos de tránsito, lo cual nos resta competitividad para grandes volúmenes. Esperamos ver mejoras en el comercio marítimo entre nuestras regiones, así como un desarrollo avanzado de nuevas variedades que prolonguen la vida útil. La situación es similar en Norteamérica. El mercado de África occidental es prometedor, pero nos topamos con un problema con el mantenimiento de la cadena de frío en destino que acorta la vida útil del producto. Por último, está el mercado de la transformación, pero para eso hay que producir unas variedades específicas, a diferencia de lo que ocurre con los cítricos, por ejemplo".

Los productores marroquíes aún no están fuera de peligro
Si bien hay varios indicadores en verde, el sector marroquí de la fruta de hueso depende de un frágil equilibrio que requiere de operaciones agrícolas complejas y costosas para garantizar la calidad. La situación se complica aún más porque los grandes mercados, como la Unión Europea, tienden a restringir el uso de plaguicidas químicos. "No hay alternativa. Debemos avanzar hacia la gestión integrada de plagas, y sin demora. Es en este ámbito donde los orígenes y los productores se diferenciarán, y los primeros en dar con las soluciones ocuparán una posición fuerte durante mucho tiempo. Debemos redoblar nuestros esfuerzos e ingenio en varias áreas: equipamiento, control de plagas, desarrollo varietal, técnicas de conservación poscosecha y apertura de nuevos mercados, al tiempo que abordamos problemas urgentes como la escasez de agua y mano de obra", concluye Michbal.

Para más información:
Othmane Michbal
Les Domaines Zniber
[email protected]
Tel.: +212535 300 404