El higo es un fruto que va ganando terreno por diversas razones. La falta de agua, la rapidez de la mutación de las plagas y el excesivo calor, hacen que muchos agricultores busquen alternativas de cultivo.
"El mercado de la higuera crece en volumen y diversificación. El consumo en toneladas por año aumenta y se diversifica. Se piden más variedades de producción de higo fresco y de higo seco, desde las pieles habituales como las amarillas, verdes, rojas o Tiger hasta frutos de diferentes calibres para cumplir con los clientes de hostelería. El higo es un mercado en alza y lo mejor es que la higuera afronta muy bien el cambio climático", opina Francisco Toro gerente de Viveros Dalia.
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Algunas de las razones por las que aumenta la plantación de higuera radican en que "es un árbol bien adaptado al calor, pero, además, destaca por cómo afronta el cambio climático. Es de las plantas con más resistencia a suelos pobres con alto contenido en salinidad, tiene un rango térmico que la hace soportar temperaturas extremas, el calor y la sequía, así como heladas ligeras".
Por todo esto, Toro subraya que "el estrés hídrico o térmico no son un problema" y que, debido a estas razones, "en Portugal se está subvencionando este cultivo porque tiene un bajo consumo de agua".
Comparada con otras plantaciones intensivas o súper intensivas de frutal de hueso o pepita, según Toro "la higuera necesitaría un apoyo de riego, pero consumiría un 60% menos de agua y en el caso del higo seco, un 70%".
La mayoría de variedades producen entre junio y septiembre higos y brevas. Su productividad en una instalación moderna "puede llegar a dar entre 25.000 y 35.000 kilos anuales por hectárea, mientras que en higo seco hablaríamos de unos 12.000".
Junto a la rusticidad y tolerancia ambiental, el número de plagas que le afectan es muy reducido, "con un buen mantenimiento de la explotación no tendría que haber problemas", subraya el gerente y añade que "la higuera destaca por su larga vida útil; una explotación bien mantenida puede superar los 35 años".
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Higo fresco vs. Higo seco
"Estamos en una producción similar de higo fresco y seco, pero parece que el fresco se va imponiendo; en fresco, hay nuevas variedades que a nivel productivo son mejores y con buenas características organolépticas, como su tipo de piel, contenido de azúcar y aptitudes para consumo directo. Hay más diversidad para alcanzar a todos los gustos, por eso, imagino que el fresco gana mucho terreno", explica Toro.
En el seco, el gerente de Viveros Dalia destaca las variedades Calabacita y Cuello de Dama Blanco. En el fresco, a los tradicionales Colar de Elche y Cuello de Dama Negro, se añaden Brown Turkey y Damaltie, "variedades de fuera que el mercado va demandando", apunta Toro.
Viveros Dalia está especializado en producción de planta de higuera de variedades nacionales e internacionales, desde las más consumidas en Europa como a nivel de colección. En alrededor de 4 hectáreas se producen una media de 250.000 unidades de higuera por campaña. Las regiones preferentes son todas las españolas a excepción de algunas de la Cornisa Cantábrica. Francia, Italia, Portugal u Holanda, son otros destinos preferentes aparte del ámbito mediterráneo. "Hay una apuesta por la higuera porque ayuda a afrontar el cambio climático con algo más de tranquilidad para el agricultor", concluye el responsable.
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Francisco Toro
Viveros Dalia
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