El sector bananero de Urabá, en el norte de Colombia, vive un momento de contrastes. Según Felipe Echeverri Zapata, de la empresa C.I. Agrogaira, la campaña 2025 ha estado marcada por una producción excepcional, pero también por desafíos económicos y logísticos que amenazan la competitividad del negocio.
"Este año llovió diciembre, enero, febrero y marzo, algo que no pasaba hace más de 50 años. Eso nos dio una fruta de calidad y un incremento del 20% en la productividad. Sin embargo, esta bonanza productiva ha coincidido con una reevaluación del peso colombiano, que ha pasado de 5.000 a 3.800 pesos por dólar, reduciendo los márgenes en aproximadamente 1,70 dólares por caja", señala Echeverri.
© CI Agrogaira
"Perdemos competitividad y margen. Si esto sigue así, muchas fincas no van a poder sostenerse", advierte el empresario, quien representa la tercera y cuarta generación de una familia dedicada al cultivo de banano en Turbo, Antioquia.
Actualmente, Agrogaira exporta principalmente a Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y Ucrania, con envíos semanales de entre 9 y 11 contenedores, además de fruta puntual a mercados como Croacia, Serbia, Polonia y Lituania. "El mercado británico nos favorece porque prefiere fruta más corta, algo que encaja bien con nuestras condiciones naturales", explica Echeverri sobre el impacto positivo del Brexit en la demanda de banano colombiano.
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La empresa mantiene contratos con compradores europeos como Fyffes, Direct Fresh y Allfruesh, que abastecen cadenas como Sainsbury's, Asda y Carrefour. Esto les permite mantener estabilidad frente a la volatilidad del mercado spot. "Nosotros no especulamos con precios, trabajamos bajo contrato en la mayoría de los casos", aclara.
Sin embargo, los costos operativos siguen al alza. "Colombia es un país costoso, la energía, el agua, el gas, el combustible y los arriendos han subido, pero no por productividad", afirma. Esta presión se suma a los retos logísticos tras la próxima apertura del Puerto de Antioquia, que reemplazará las terminales actuales de Zungo y Nueva Colonia.
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"Lo que antes era un trayecto de máximo 15 kilómetros ahora será de 50, lo que encarecerá el transporte y generará cuellos de botella", advierte. Según Echeverri, la falta de infraestructura vial adecuada podría causar atascos y aumentar los costos logísticos de forma significativa.
En materia fitosanitaria, la región mantiene bajo control enfermedades como sigatoka negra, moko y Fusarium raza 4, aunque este último aún no ha llegado a Urabá. "El moko es complejo porque cuando hay inundaciones puede reaparecer", explica.
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Pese a las dificultades, Echeverri destaca el papel del comercio justo (Fairtrade) en mejorar las condiciones laborales del sector. "Fairtrade transforma la mentalidad del trabajador y genera compromiso de largo plazo. Nos ha permitido construir relaciones más justas y sostenibles".
Con el horizonte marcado por la volatilidad cambiaria y los retos logísticos, el productor concluye: "El banano colombiano tiene futuro, pero necesita condiciones macroeconómicas estables y una infraestructura que acompañe su crecimiento".
Para más información:
Felipe Echeverri Zapata
C.I. Agrogaira
Colombia
Tel. +57 320 694 1494
[email protected]
www.agrogaira.com.co
