Huesca no es una zona típica de cultivo de pistacho, sin embargo, sus condiciones climáticas, el agua de los Pirineos cercana, abundante y de máxima calidad, el desierto de los Monegros y el viento del Cierzo, la están convirtiendo en un escenario propicio para este fruto del desierto.
"Hace ya ocho años que empezamos a cultivar pistacho en nuestras fincas. En el Valle del Ebro tenemos dotaciones de agua de entre 6.000 y 9.000 m³ por hectárea. El Cierzo ayuda a polinizar; además, el ambiente es muy seco, lo que dificulta las enfermedades. Lo cultivamos en la comarca del Somontano, Monegros, Hoya de Huesca y alrededores. Son zonas de mucho frío en invierno, mucho calor en verano y poca humedad relativa en el ambiente. Creemos que Huesca reúne unas condiciones óptimas para el cultivo del pistacho", señala José Ignacio Duerto, gerente de Pistachos del Norte.
© Pistachos del Norte
"Fundamos la procesadora Pistachos del Norte porque estamos muy lejos de las demás. El pistacho, una vez recolectado, si no se procesa en 24 horas, se deteriora, mostrando manchas de color negro en la cáscara y también generando toxinas. Para evitar el desplazamiento de nuestra cosecha al sur, decidimos poner aquí nuestra propia planta de procesado", explica Duerto.
"Aquí siempre se ha plantado olivo, almendro y vid, pero buscábamos alternativas para el campo, y queríamos un complemento. Es cierto que cuesta mucho entrar en producción de pistacho, no es el oro verde, tarda bastante en ser rentable. Si no se hace un buen diseño de plantación, nunca será rentable".
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Otra de sus ventajas es que "el pistacho florece entre el 15 y 25 de abril, así que tiene casi un mes de menos riesgo de helada y que, a día de hoy, no es un cultivo tan amenazado por plagas y enfermedades, ya que no está masificado y tiene bastante rusticidad".
En cuanto a rentabilidad, según el gerente, "en Huesca, un árbol de pistacho, si es de secano, tarda 6 o 7 años y, en regadío, llega a 4 o 5 años hasta entrar en producción. Esto no significa que sea rentable, ya que el pico de producción llegará a los 10 o 12 años".
En cuanto a costes, "el cultivo del pistacho está completamente mecanizado, solo se necesita mano de obra en la poda", señala Duerto, y añade que otra razón para apostar por él es que "toda la maquinaria del almendro se puede usar para el pistacho y, además, las fechas de recolección vienen seguidas. La del pistacho es del 15 de septiembre al 10 de octubre, emplazado entre la almendra y el olivo, así que se aprovecha la cosechadora, la cuadrilla, etcétera".
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Por ahora, según Duerto, producen "entre 600 y 800 kg en secano y, en regadío, entre 1.500 kg y 2.000 kg secos por hectárea". Y detalla: "Todo lo vendemos en España y resto de Europa. Nosotros somos procesadores, nos dedicamos a producirlo y secarlo. Vendemos el pistacho abierto, calibrado y seco. Otros se encargan de tostarlo y salarlo. Trabajamos un poco el retail, pero no es representativo".
Con respecto al pistacho de Irán, "nosotros tenemos mucha mejor sanidad de producto y, además, suele ser pequeño y alargado. El nuestro es más grande y más abierto".
En cuanto al de EE. UU., Duerto señala: "Es nuestro gran rival. En España, no llegamos al 1% de la producción mundial, sin embargo, EE. UU. tiene mucha cantidad y gran experiencia".
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"Un consumidor concienciado preferiría las producciones con la menor distancia posible. Nuestro pistacho es más sostenible y eficiente ya que es de producción y venta en nuestro continente. Podemos ser muy competitivos, pero aún queda mucho trabajo", observa el gerente.
"Hay una moda en consumo, lo vemos más en la industria; hay más derivados y creo que podría equipararse al consumo de la almendra en los próximos años", finaliza el responsable.
Para más información:
José Ignacio Duerto
Gerente
Pistachos del Norte
M.: +34 697 27 84 44
[email protected]
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