Ecuador mantiene máxima vigilancia tras el brote detectado a principios de septiembre en una finca de la provincia de El Oro, que podría corresponder a Fusarium Raza 4 (Foc R4T). Mientras se espera la confirmación oficial, las autoridades continúan reforzando las medidas de bioseguridad para contener la posible propagación hacia plantaciones cercanas.
Carlos Muentes, técnico de Agrocalidad, detalló el jueves 16 de octubre durante el congreso técnico Banana Time, en Guayaquil, cómo se ha gestionado el caso. Hasta ahora, se han eliminado 1.235 plantas afectadas, distribuidas en ocho focos, y se ha intervenido un área de 3.588 metros cuadrados. Para ponerlo en perspectiva, el 22 de septiembre el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Danilo Palacios, informó que solo se había identificado un foco con una planta afectada.
Aunque no se han detectado nuevos brotes en las áreas monitoreadas después de 40 días, Muentes lamenta que la finca afectada careciera de medidas básicas de bioseguridad, una situación que refleja la realidad de la provincia, donde apenas el 5% de los predios aplica protocolos preventivos.
"A inicios de septiembre, gracias a la vigilancia y la capacitación recibida, identificamos una planta con síntomas de una enfermedad vascular diferente a Ralstonia (moko). Actuamos de inmediato siguiendo los protocolos, sin esperar confirmación", explicó Muentes.
Para contener la situación, se desplegaron 50 técnicos de varias provincias, junto a equipos especializados, cuatro vehículos móviles, drones y un sistema de barreras de control que incluye puntos de desinfección. Se establecieron zonas de monitoreo de 1 km y 5 km alrededor del foco sospechoso. Hasta el momento, los drones han realizado 88 sobrevuelos, cubriendo 1.188 hectáreas y capturando 12.168 imágenes, todas analizadas en la plataforma Estamos Alerta para determinar posibles vínculos con la marchitez por Fusarium y decidir visitas directas a plantas sospechosas.
Durante este tiempo se han atendido cuatro eventos fitosanitarios adicionales en siete fincas, que abarcaron 245 hectáreas, pero todos resultaron negativos para la enfermedad.
El caso pone de relieve la necesidad de fortalecer la bioseguridad en la provincia y el papel crucial de la vigilancia preventiva para proteger una de las principales industrias agroexportadoras del país.
Fuente: eluniverso.com