El aguacate continúa expandiéndose en la Comunitat Valenciana, desplazando poco a poco a cultivos tradicionales como la naranja y, más recientemente, el kaki. Aunque este último mantiene demanda internacional, su superficie se ha reducido por la dificultad de controlar la plaga del cotonet y los elevados costes de producción.
En la Ribera del Xúquer, cuna del kaki Rojo Brillante, el cambio se deja notar sobre todo en las zonas más cálidas, donde algunos agricultores han decidido sustituir sus plantaciones por el fruto tropical. "El aguacate es la fruta de moda y está sustituyendo al kaki en algunas zonas. En la Ribera también hay explotaciones donde ya se cultiva", señala Cirilo Arnandis, presidente de la DOP Kaki Ribera del Xúquer.
Según datos del Ministerio de Agricultura, entre 2019 y 2024 la superficie dedicada al kaki se redujo un 10,7%, mientras que la del aguacate aumentó un 174,5%, de acuerdo con la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE). En términos absolutos, el caqui ocupa actualmente 14.219 hectáreas, frente a las 3.994 hectáreas del aguacate.
La expansión del aguacate ha reavivado el debate sobre su consumo de agua. Sin embargo, desde la Asociación de Productores de Aguacate (Asoproa) defienden que los requerimientos hídricos son equivalentes a los de los cítricos. "Ambos cultivos requieren entre 4.500 y 5.000 metros cúbicos por hectárea y año", afirma Alejandro Melià, miembro de la entidad.
El productor detalla que una hectárea de cítricos rinde en torno a 35.000 kilos, mientras que el aguacate produce unos 12.000 kilos, pero con una rentabilidad superior. "El precio que se paga al agricultor está entre 2,20 y 2,40 euros por kilo, y la huella de carbono es menor gracias al uso reducido de tratamientos fitosanitarios", añade.
Fuente: valenciaplaza.com