En la isla canadiense del Príncipe Eduardo, un nuevo proyecto piloto coloca collares electrónicos a las vacas para mejorar el rendimiento de las patatas y la salud del suelo. Los collares crean vallas virtuales que permiten a los ganaderos controlar dónde pasta el ganado y repartir uniformemente por los campos los nutrientes y la materia orgánica que aporta el estiércol. Este método, conocido como pastoreo rotativo, ayuda a crear un suelo más rico que retiene la humedad y favorece la productividad de los cultivos en el largo plazo. Financiado parcialmente por el Fondo de Acción Climática en las Explotaciones Agrícolas de Canadá, el proyecto beneficia tanto a los ganaderos de vacuno como a los productores de patatas al compartir el uso de la tierra. Los investigadores esperan obtener los primeros resultados sobre el suelo el año que viene, aunque aún puede pasar más de una década hasta que se produzcan grandes ganancias en rendimiento.
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