En la Bretaña francesa se ha plantado esta temporada un 2% menos de coliflor que en la anterior. "Las condiciones han sido buenas para el cultivo. Hemos tenido un tiempo seco y cálido, por lo que las raíces de las plantas se han desarrollado bien. Debido a este tiempo cálido, también han crecido un poco más tarde y ha habido una cosecha más regular en términos de superficie y de productor, ya que las lluvias en agosto y septiembre fueron muy localizadas. Ahora mismo la producción está llegando en las fechas previstas, o incluso con un poco de retraso", afirma Jeroen Bosschaart, de Le Dauphin.
© Izak Heijboer | FreshPlaza.es
Myriam Le Gall y Jeroen Bosschaart, de Le Dauphin, en Fruit Attraction.
Jeroen se incorporó al exportador de hortalizas Le Dauphin, con sede en Bretaña (Francia), hace 28 años. Desde entonces, ha ocupado durante muchos años el puesto de director general. "Las exportaciones empiezan poco a poco. Todavía no estamos enviando grandes cantidades al norte de Europa y al Reino Unido, y según los datos de que dispongo, pasarán otras dos semanas hasta que empiece a reducirse el producto local en aquellos mercados".
"En la semana 46 se pondrán en marcha los contratos y operaciones con muchos clientes. Esperamos una temporada mejor que la del año pasado, sin adelantos en el calendario de cosecha, a diferencia de la temporada pasada, en la que fuimos cinco semanas por delante hasta finales de diciembre; algo que no beneficia a nadie", argumenta Jeroen. "La evolución de los precios en las dos últimas semanas no ha sido excepcional para los productores. Apenas están logrando cubrir sus costes. Antes, los precios llevaban desde mediados de agosto siendo buenos".
Al igual que en los Países Bajos, que cada vez haya menos productos fitosanitarios autorizados también es un problema para los agricultores franceses. "Sobre todo si tenemos un invierno suave, el riesgo de babosas u orugas en los cultivos de hoja es un problema recurrente contra el que poco o nada podemos hacer. Este verano también tuvimos un par de semanas muy difíciles con el brócoli y el romanesco debido a este problema".
Según Jeroen, tanto la producción como la demanda de romanesco y coliflor de colores se mantienen estables. "Para nosotros, las épocas de más trabajo son junio y octubre/noviembre, cuando el Benelux se queda sin producto y España e Italia aún no han empezado". En opinión de Jeroen, el brócoli es un producto con potencial para el verano. "Mientras que el Benelux y Alemania tienen un clima cada vez más caluroso y seco, en Bretaña tenemos el clima adecuado para el cultivo del brócoli; es decir, menos caluroso y con más posibilidades de lluvia. También vemos que las cifras van aumentando ligeramente cada año, mientras que en el mercado francés se mantiene un buen equilibrio entre la oferta y la demanda".
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Jeroen Bosschaart
Le Dauphin
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