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Resumen del mercado global de la patata

Los mercados europeos y mundiales de la patata siguen bajo presión, con unas tendencias en producción, clima y precios que divergen mucho de una región a otra. En Italia, los precios han caído debido al aumento de la oferta francesa, mientras que los Países Bajos siguen enfrentándose a una demanda débil y a la ralentización de las fábricas. Francia registra una producción excepcional pero un profundo desequilibrio del mercado, y los mayores rendimientos de Polonia han provocado caídas de precios. Suiza y Austria registran una oferta abundante y una demanda estable, aunque con limitaciones de almacenamiento y logística. Alemania se enfrenta a crecientes problemas de calidad junto con una continua presión sobre los precios. En España, el aumento de la superficie plantada y el retraso de la cosecha han incrementado la producción total, con la consiguiente bajada de los precios y el debilitamiento de las exportaciones.

© FreshPlaza

Fuera de Europa, los productores neozelandeses informan de condiciones de plantación dispares tras una primavera variable, mientras que Australia sigue lidiando con la escasez de patatas frescas tras un otoño seco. En Norteamérica, los rendimientos son buenos, pero los precios se mantienen bajos. Los agricultores sudafricanos se enfrentan a grandes pérdidas, ya que el exceso de oferta arrastra los precios por debajo de los costes de producción. Egipto espera una campaña más dinámica, con una mejora de la calidad de las semillas y unas buenas condiciones para la plantación, mientras que Pakistán anuncia una producción récord y un aumento de los volúmenes de exportación a los principales mercados regionales.

España: La mayor superficie hace bajar los precios en un contexto de bajo consumo
La cosecha de patatas en el norte de España se encuentra en su fase final, con unos 15 días de retraso respecto a lo habitual debido a la climatología adversa. En Castilla y León, la principal región productora de patatas del país, la superficie plantada ha aumentado más de un 12%, alcanzando casi las 20.000 hectáreas. Aunque los rendimientos no han sido elevados este año, el aumento de la superficie ha dado lugar a una mayor producción total, lo que ha presionado los precios a la baja en comparación con campañas anteriores.

Esto se produce en un momento de bajo consumo general de patatas frescas en toda Europa, donde se ha registrado una producción récord. El exceso de oferta en muchos países europeos ha provocado un fuerte descenso de las exportaciones españolas esta temporada. Las condiciones de precios han sido especialmente difíciles para los productores que ampliaron la producción sin contratos o programas de suministro con comerciantes o distribuidores.

Italia: Los precios bajan porque la oferta francesa presiona el mercado
Un importante productor y comerciante de patatas del norte de Italia afirma que "parece haber demasiado producto en el norte de Europa. Estamos atravesando un periodo de reflexión". El mercado italiano se mantiene estable y tranquilo. Los precios se habían inflado en los últimos meses, pero ahora han caído bajo la presión del producto francés. Los productores italianos perciben actualmente entre 0,25 y 0,30 euros por kilogramo.

La demanda de la gran distribución aún no es muy elevada, pero se espera que los pedidos aumenten a partir de noviembre. No hay grandes sobresaltos y el mercado es bastante estable. Italia sigue importando patatas porque no produce lo suficiente para satisfacer la demanda interna, lo que significa que el mercado italiano está influido por la situación europea en general. Las patatas con marca DOP e IGP obtienen mejores resultados, dado que son fácilmente reconocibles por los consumidores y gozan de una mayor demanda. El mercado libre se mantiene estable, con una oferta quizá ligeramente superior a las ventas, algo típico de esta época del año.

Según datos de YouGov, casi el 90% de los hogares italianos compra patatas. Se compran tanto al peso como en bolsas tradicionales de peso fijo, con poca diferencia entre ambas opciones debido al importante solapamiento. Las patatas ecológicas destacan especialmente en este contexto, ya que más del 25% de los hogares las compran, una cifra poco común en el sector hortofrutícola. Esta cuota ha ido aumentando en los últimos tres años. La frecuencia de compra se mantiene constante en unas 11 veces al año, al igual que el gasto medio por compra, en torno a 2,60 euros. Sin embargo, la cantidad por compra ha descendido de casi 2 kilogramos en el año finalizado en agosto de 2023 a algo menos de 1,8 kilogramos en el periodo más reciente.

Países Bajos: Poco movimiento en el mercado de la patata
El mercado de la patata atraviesa un periodo difícil. "De momento, apenas hay cambios en los precios. El mayor problema, en mi opinión, son las paradas de producción previstas y la menor actividad de las fábricas. Esto frena la demanda, y en realidad debería ser la industria transformadora la que enviara la señal de que el mercado está listo para volver a subir, pero eso aún no ha sucedido", afirma un comerciante holandés de patatas. "Por supuesto, hay demasiadas patatas en el mercado, pero los principales problemas se derivan ahora de las tensiones geopolíticas y del hecho de que las ventas de patatas fritas en toda Europa son más lentas de lo esperado. Desde luego, eso no facilita las cosas, dice un comerciante.

Aun así, otro comerciante sigue siendo optimista. "Sí, hay muchas patatas en la UE, y el mercado de las patatas fritas y la transformación no están funcionando como deberían, pero también sabemos que las fábricas no están comprando patatas baratas en absoluto. Todo el mundo sigue diciendo que las patatas fritas son baratas, pero no es cierto, porque se está trabajando con contratos caros. Sigo aferrándome a un dicho que me enseñaron una vez mis antiguos socios: 'Las patatas baratas se agotan en un suspiro; de las caras siempre hay'".

Bélgica: La cosecha está casi completa, con altos rendimientos pero bajo presión de mercado
La mayor parte de la cosecha de patata en Bélgica ya está terminada, con aproximadamente el 90% de los tubérculos recolectados. En general, los rendimientos son buenos y la calidad es alta, aunque el verano caluroso y seco ha provocado cierta variación en el tamaño y el contenido de materia seca en algunas zonas, especialmente entre las variedades firmes para cocción. El volumen total supera al del año pasado, pero la amplia oferta está ejerciendo presión sobre un mercado ya de por sí complicado, sobre todo porque no todos los productores cuentan con capacidad de almacenamiento y algunos deben vender sus lotes de inmediato.

Existe demanda en el mercado de exportación, aunque limitada, en parte por la competencia de existencias en el sur de Europa y Polonia. Esto está provocando precios bajos y una amplia variación de valores, según la calidad y el tipo de envasado. Las patatas de alta calidad, lavadas y listas para venta al por menor, tienen buena demanda y pueden alcanzar hasta 0,20 euros por kilo, mientras que los lotes estándar sin lavar suelen mantenerse en torno a 0,10 euros por kilo.

Francia: la campaña se enfrenta a un gran desequilibrio del mercado
La campaña 2025 se encuentra en un momento crucial. Francia registra una producción excepcional de unos 8,5 millones de toneladas de patatas de consumo, impulsada por un aumento de la superficie del 10% con respecto a 2024, que alcanza las 197.000 hectáreas, y por los elevados rendimientos. Sin embargo, esta apuesta por la patata, alentada por las expectativas de una fuerte demanda industrial de patatas fritas y chips, ha creado un importante desequilibrio a corto plazo entre la oferta y la demanda.

Como consecuencia, el mercado está ahora claramente segmentado. Los contratos firmes siguen manteniendo precios razonables, con entregas contratadas en torno a los 180 euros por tonelada, pero el mercado libre se está hundiendo; algunos lotes no contratados cotizan a niveles muy bajos, en torno a los 5-15 euros por tonelada según los casos, muy por debajo del precio de coste estimado para los productores, de unos 150 euros por tonelada. Este fuerte contraste explica las dificultades financieras de algunas explotaciones, sobre todo las centradas en el suministro industrial.

Las cotizaciones oficiales de la RNM muestran una relativa estabilidad de los precios al consumo en ciertos segmentos (patatas de mesa, ecológicas y de calidad), mientras que el segmento industrial sigue sometido a fuertes presiones, con pocas compras. La presencia de existencias residuales de 2024 empeora aún más la situación.

Polonia: La producción crece un 15% gracias al incremento de la superficie y los rendimientos
Se espera que la producción de patata en Polonia alcance este año los 6,8 millones de toneladas, un 15% más que en la campaña anterior. Este aumento se debe tanto a la ampliación de las superficies de cultivo como al mayor rendimiento por hectárea, gracias a los precios favorables de los últimos años. Algunos representantes del sector cuestionan esta previsión, y sugieren que la producción podría superar los 7,5 millones de toneladas en función de la marcha final de las cosechas. Según datos oficiales, el rendimiento medio es de 31,8 toneladas por hectárea, un 5% más que en 2024, cuando se situó en 30,2 toneladas por hectárea. A pesar de una primavera seca, las lluvias posteriores ayudaron a recuperar el potencial del tubérculo.

La demanda fue ligeramente inferior durante los meses de verano, debido sobre todo a la gran disponibilidad de patatas cultivadas localmente en todo el país. Sin embargo, en las últimas semanas, un exportador polaco ha notado un modesto aumento de la demanda, que, en su opinión, es una señal alentadora de cara a la campaña de otoño.

Los precios han sido mucho más bajos esta campaña debido a los niveles récord de producción. Los cultivos alternativos, como el trigo, no han sido especialmente atractivos este año, lo que ha animado a muchos productores a plantar más patatas. El resultado es la frustración de los productores, pues los precios de compra libre han caído a niveles irrisorios. Los clientes esperan cada vez más envases monomateriales y totalmente reciclables, lo que refleja una mayor concienciación y demanda de soluciones sostenibles.

Suiza: Un 20% más de producción que el año pasado
En 2025, las explotaciones agrícolas suizas cosecharán más patatas que en años anteriores, concretamente, un 20% más que en 2024 y un 17% más que la media a largo plazo. Este aumento conlleva también algunas consecuencias negativas para los agricultores: los precios bajan ligeramente, las normas de calidad se aplican de forma más estricta y la capacidad de almacenamiento escasea a corto plazo.

Debido a la abundante cosecha, se produjo una inesperada escasez de cajas para cargar las patatas durante la recolección. En toda Europa, los contenedores de madera conocidos como "paloxes" se han convertido en un bien escaso. "Las zanahorias y las cebollas se almacenan en los mismos contenedores y debían cosecharse al mismo tiempo, por lo que algunos productores tuvieron que retrasar sus cosechas de patatas porque se habían quedado sin cajas palox", según fuentes del sector.

Austria: Abundante oferta con condiciones de mercado estables
La cosecha nacional de patata de mesa en Austria aún no ha terminado del todo. El principal motivo del retraso es la escasa disponibilidad de cajas vacías. Sin embargo, los campos que quedan por cosechar son ya bastante manejables, y se espera que las últimas patatas se recojan la próxima semana.

La situación del mercado no ha cambiado desde hace varias semanas. Hay una oferta abundante y una demanda constante en el retail nacional. En cambio, las oportunidades de exportación siguen siendo limitadas debido a la fuerte competencia de precios de otros productores europeos.

Según LKÖ, los precios de producción tampoco han registrado variaciones. En Baja Austria se pagan hasta 20 euros por cada 100 kilogramos de productos de buena calidad, con deducciones que se siguen aplicando por el almacenamiento provisional y los mayores costes logísticos. En Alta Austria, el nivel de precios se mantiene estable entre 15 y 20 euros por 100 kilogramos.

Alemania: Aumento de los problemas de calidad y presión continua sobre los precios
Tras la finalización del almacenamiento, las empresas envasadoras y los retailers siguen abasteciéndose esta semana de patatas frescas directamente del campo. En varias regiones productoras hay cada vez más signos de deterioro de la calidad de las patatas cosechadas en el campo. En particular, los daños causados por gusanos y la mancha negra son cada vez más frecuentes.

Al mismo tiempo, persiste la presión sobre los precios en todo el mercado, con productos a bajo precio procedentes de regiones vecinas con excedentes que inundan un mercado ya saturado. Incluso los envíos de exportación están resultando poco rentables en las condiciones actuales.

Nueva Zelanda: Los problemas meteorológicos retrasan la siembra en algunas regiones
Las condiciones de siembra han sido desiguales este año en las principales regiones productoras de patata de Nueva Zelanda. En algunas zonas el suelo ha estado húmedo y frío, lo que ha ralentizado el avance de la plantación, mientras que otras se han beneficiado de un tiempo más estable que ha permitido un buen establecimiento del cultivo. Los productores han trabajado con poco tiempo para completar la plantación, y algunos se han visto afectados por las heladas tardías y el mal tiempo en el sur.

Un inicio ligeramente más tardío en algunas regiones puede retrasar la cosecha entre una y dos semanas. Sin embargo, con un tiempo favorable durante noviembre y diciembre, los cultivos podrían recuperarse rápidamente. Los volúmenes y el calibre dependerán de las condiciones meteorológicas del verano.

Las primeras patatas nuevas, principalmente de Northland, Pukekohe y Waikato, se cosechan normalmente de finales de octubre a noviembre para atender la demanda de principios de verano y de la temporada navideña. La cosecha principal suele extenderse de febrero a mayo, dependiendo de la región y la finalidad del cultivo: fresco, procesado o para siembra. A pesar de los problemas meteorológicos iniciales, los cultivos están bien asentados y los productores son optimistas respecto a una buena temporada si las temperaturas estivales se mantienen estables y las precipitaciones son moderadas.

La demanda interna se mantiene estable durante todo el año, sostenida por la preferencia de los consumidores por los productos locales. Los principales destinos de las exportaciones son Fiyi, la Polinesia Francesa, Nueva Caledonia, Samoa y otras naciones insulares del Pacífico, así como el sudeste asiático y Australia para los productos transformados de la patata. Los volúmenes de exportación fluctúan anualmente en función de la oferta interna y la demanda regional.

Australia: Un otoño seco provoca escasez de patatas frescas
Australia ha experimentado un otoño extremadamente seco y un retraso en el comienzo del invierno, con temperaturas alrededor de tres grados más altas de lo normal. Las inusuales condiciones han provocado una escasez de patatas en todo el país. El clima más cálido afectó a la iniciación del tubérculo, reduciendo el número de tubérculos por planta. Estas patatas llevan varios meses almacenadas en el suelo, y hasta que no empiece la recolección temprana de la cosecha de primavera, no se espera que mejoren la calidad y el volumen. Es improbable una temporada normal de suministro antes de diciembre.

Australia Meridional, el mayor productor de patatas frescas de mesa del país, ha sido el más afectado. La región de Gatton, en Queensaland, suministra actualmente patatas de buena calidad a precios justos para los productores.

La escasez afecta solo a las patatas frescas de mesa y se concentra en los estados del este, entre ellos Australia Meridional, Victoria, Nueva Gales del Sur y Queensland. Los supermercados han ajustado sus requisitos para adaptarse a la escasez y garantizar una oferta continua.

Las estrictas normas de bioseguridad impiden la importación de patatas frescas a Australia, lo cual contribuye a la escasez, aunque el país sigue importando grandes volúmenes de patatas fritas congeladas.

Norteamérica: Buenas cosechas en las principales regiones productoras
Incluso con un ligero descenso de la superficie plantada y cosechada de patatas en EE. UU. en 2025, los rendimientos en las principales regiones productoras, como Idaho, siguen siendo buenos, con un perfil de calibre favorable. La cosecha de patatas en regiones como el centro de Minnesota ha finalizado con rendimientos superiores a los de 2024, mientras que la Isla del Príncipe Eduardo está concluyendo su cosecha con un volumen entre medio y por debajo de la media. Otras regiones, como Ontario, registran rendimientos superiores a los del año pasado, pero aún por debajo de la media quinquenal.

La demanda de patatas es constante. Mientras que el año pasado hubo poco desfase entre la cosecha almacenada y la nueva, lo que provocó solapamientos, este año la transición ha sido más suave. La demanda de patatas amarillas sigue creciendo; este segmento se ha más que duplicado en los últimos ocho años, aumentando su valor de aproximadamente 268 millones de euros a 564 millones.

Los precios de la patata siguen siendo relativamente bajos, ya que las escasas diferencias entre la cosecha vieja y la nueva dificultan el repunte de los precios para la nueva temporada. Sin embargo, esta situación ofrece oportunidades de promoción para el retail.

Sudáfrica: El aumento de los volúmenes reduce los precios por debajo del coste de producción
Los agricultores que actualmente recogen patatas en la provincia de Limpopo y en Sandveld, Cabo Occidental, están sufriendo pérdidas de muchas decenas de miles de euros en la recolección y el transporte de su cosecha a los transformadores, los mercados mayoristas municipales y los retailers. En marzo y abril se plantaron 2.000 hectáreas adicionales de patatas como salvaguarda contra riesgos como la helada negra de julio de 2024, que arrasó campos enteros.

Sin embargo, el suave invierno no redujo los rendimientos como se esperaba, lo que dio lugar a una gran cosecha de patatas y a un aumento de los volúmenes previstos en los mercados durante el próximo mes. El tamaño de la cosecha no se hizo evidente hasta finales de julio, cuando comenzó la temporada de patatas de Limpopo. "Este año, la campaña de patatas es muy difícil", afirma un retailer. "En los dos últimos meses, no ha habido una sola patata en Sudáfrica que se venda por encima del coste de producción".

Hay que vender muchas más patatas para igualar la facturación de 2023 o 2024, cuando los precios eran altos. La última vez que se vendieron patatas a los precios actuales fue en 2022. Los precios del año eran más del doble de los actuales. Los volúmenes de venta del mercado son superiores a los de los dos últimos años, pero la facturación sigue siendo inferior, una situación que algunos califican de deflación.

Según una comercializadora, las ventas en el mercado mayorista de patatas cultivadas en Limpopo (sacos de 10 kg) aumentaron un 31% en las primeras 43 semanas del año en comparación con el año pasado, con 3,2 millones más de sacos de 10 kg vendidos con respecto a la media quinquenal de la región.

"No es agradable vender todos esos kilos y no facturar ni un céntimo", dice un agricultor, que señala que el transporte es el mayor coste de la cadena de suministro. El rendimiento económico de las patatas no ha empezado a aumentar hasta ahora; las que se cultivan en invierno tienen rendimientos más bajos, lo que complica aún más la rentabilidad con los bajos precios actuales.

En el mercado municipal de Johannesburgo, las patatas se vendieron a una media de menos de 0,20 euros por kilo la semana pasada. El precio actual al por mayor de un saco de 10 kg oscila entre 2,40 y 2,70 euros, y algo menos de 2,00 euros el de 7 kg. Un analista de mercado prevé un aumento de la oferta durante el próximo mes, lo que podría impedir que los precios se recuperen por encima de los 2,00 euros por 10 kg.

Los problemas de calidad pueden empezar a surgir a medida que suban las temperaturas estivales, y es probable que los precios bajos se mantengan hasta noviembre. El único beneficiario de la situación actual, señala un retailer, es el consumidor.

Pakistán: Las exportaciones suben ante la producción récord de patatas
La producción de patata de Pakistán alcanzó aproximadamente entre 9 y 9,5 millones de toneladas en la campaña 2024-25, lo que representa un aumento del 20% respecto a la anterior. Las exportaciones han crecido en paralelo a la producción, con destinos clave como Afganistán, Sri Lanka, los EAU, los países del Golfo y los Estados de Asia Central.

Las patatas frescas y refrigeradas dominan las exportaciones, con variedades como Mozika, Santa e Ismi, con distintas normas de clasificación y envasado. Los segmentos de patatas congeladas y procesadas siguen siendo más pequeños pero van en aumento, y los compradores prefieren variedades de transformación como Lady Rosetta, Hermes y Asterix, conocidas por su alto contenido de materia seca y su bajo contenido de azúcar.

Los precios de exportación oscilan actualmente entre 170 y 180 euros por tonelada. A pesar de los retos actuales, como la calidad de las semillas, la manipulación poscosecha y los costes de flete, las iniciativas en programas de semillas certificadas y la mejora de las instalaciones de envasado pretenden reforzar el sector exportador. Las perspectivas apuntan a un equilibrio estable entre oferta y demanda en las próximas semanas.

En el próximo artículo: piñas

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