El mercado de la lima Tahití brasileña atraviesa una fase de ajuste, marcada por calibres más pequeños, precios contenidos y una menor demanda en Europa, tras el inicio del frío en el hemisferio norte.
Según Wellington Carvalho, representante comercial de Don Vicente, las recientes lluvias en el estado de São Paulo han comenzado a favorecer la floración y el desarrollo de la fruta. "Las lluvias acaban de llegar y esperamos un aumento gradual del volumen disponible en los próximos días", comenta.
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Europa sigue siendo el principal destino de la lima brasileña, con Países Bajos como punto logístico clave para la distribución hacia otros mercados del continente. Sin embargo, Carvalho explica que "el mercado europeo comenzó a desacelerarse en las últimas semanas. Los precios estaban firmes hasta mediados de octubre, pero con la caída de las temperaturas y el incremento de la oferta, la demanda ha empezado a ceder".
"Los precios actuales se sitúan entre 5 y 7 euros por caja, dependiendo del calibre y la calidad. Los tamaños grandes son los más valorados en toda Europa, mientras que los calibres menores se destinan principalmente al mercado doméstico, que en algunos momentos del año es incluso más atractivo", señala.
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A diferencia de otros cítricos, la lima Tahití no tiene una sola cosecha principal. "Brasil presenta algunos picos de producción a lo largo del año. En este momento estamos iniciando una nueva cosecha que se extenderá hasta mediados de febrero, con mayor concentración en diciembre y enero; todo dependerá del clima", explica Carvalho.
El consumo europeo de lima brasileña está estrechamente ligado a las bebidas y cócteles, por lo que depende de las condiciones meteorológicas. "El consumo aumenta considerablemente en verano, cuando la gente sale más y las temperaturas son altas", detalla.
"Brasil se mantiene entre los cinco mayores exportadores de lima Tahití del mundo, compitiendo directamente con países como Sudáfrica, Turquía y México. Este último sigue destinando la mayor parte de su producción al mercado estadounidense. Aunque Brasil ha fortalecido su posición global, incrementando su productividad y diversificando destinos", afirma Carvalho.
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A futuro, Brasil busca ampliar su presencia en Asia, donde ya se están negociando acuerdos para abrir los mercados de la India y China. No obstante, la logística sigue siendo el principal desafío. "Hoy, el tránsito marítimo hacia Asia puede superar los 40 días, y aunque la fruta tiene buena durabilidad, el ideal sería reducir los tiempos a unos 15 o 20 días para garantizar la máxima frescura", explica.
"Seguimos enfocados en el crecimiento sostenible de la lima Tahití brasileña, fortaleciendo la confianza de nuestros socios comerciales y abriendo nuevas oportunidades para el país", concluye.
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