Se espera que los precios de las coles se mantengan estables a medida que se acerquen las fiestas. "En el último mes, el precio de la col ha oscilado entre los 10 y los 20 dólares. Ahora está bastante estable y debería aguantar así durante las fiestas porque se producirá la transición de parte de la producción al desierto", dice Russ Widerburg, de Valley Produce.
No obstante, aún falta un mes para que esa transición, al igual que para la producción en México. Ahora mismo, en California, Santa María mantiene un suministro estable y los volúmenes de Oxnard están aumentando. Aunque Oxnard siempre ha sido una zona importante para el cultivo de repollos, en los últimos años ha preocupado la presión de los insectos, por lo que se han reducido las plantas durante los meses de verano, aunque esta situación está cambiando con el otoño. La calidad de la col también es buena en esta región.
En California, las condiciones de cultivo han sido buenas. "Tenemos mañanas frescas y tardes cálidas, y poco a poco irá refrescando. Se prevé un poco de lluvia para el final de la semana, pero será necesaria. Se calcula que lloverá unos 25,4 mm, por lo que los productores podrán ahorrarse un riego", afirma Widerburg.
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La menor oferta impulsa la demanda
En cuanto a la demanda, de enero a agosto los mercados de coles estuvieron deprimidos, con precios que oscilaban entre los 7 y los 9 dólares, pero la oferta se redujo y los precios subieron hasta los 20 dólares.
Sin embargo, la estabilidad más reciente de los precios de la col llega en un momento en que los mercados de muchas hortalizas no son necesariamente igual de estables. "En los mercados de varias hortalizas, hay muchos distritos que se están preparando, así que los precios de la lechuga, el brócoli y la coliflor varían mucho dependiendo de la zona y de quién tenga cada cosa", explica Widerburg. "Así que puede haber algunos diferenciales de 10 dólares en muchos mercados ahora mismo".
De cara a Acción de Gracias, una importante fiesta en EE. UU. que se celebra en torno a los alimentos, aunque la col no es necesariamente un producto típico de esta celebración, sí que experimenta un repunte de la demanda, dado que los consumidores están en las tiendas y comprando. Dicho esto, también es en gran medida un producto impulsado por la demanda de ensalada de col y otros usos de la col rallada, por lo que si escasea en los contratos, la demanda se extiende a los commodities.
"Los precios de la col se mantendrán más o menos igual, a menos que se produzca una ola de frío en la costa que frene la producción. Si hace frío, se frenará y se creará un pequeño desfase", según Widerburg.
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Russ Widerburg
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