El ingeniero Francisco Paniagua, responsable del rubro de piña y banana en la Dirección de Extensión Agraria (DEAg) del MAG, confirmó que la cosecha de exportación comenzará entre el 20 y el 21 de noviembre. Explicó que las primeras frutas son las de mayor calidad y se destinan al mercado externo. "Cada caja pesa unos 14,5 kilos y el año pasado se pagaba entre G. 18.000 y G. 19.000 por unidad".
Para esta temporada, las proyecciones de exportación son optimistas: se espera generar más de US$ 30 millones, frente a los US$ 25 millones del ciclo anterior. Actualmente, Paraguay cuenta con unas 3.200 hectáreas de piña cultivadas, de las cuales 2.200 están activas. Las principales zonas productoras se encuentran en Concepción, San Pedro, Caaguazú y Alto Paraná, y el área cultivada ha crecido cerca de 10% respecto a 2024, impulsada por el programa Hambre Cero, orientado a aumentar el consumo de frutas frescas y mejorar la nutrición escolar.
"La piña fue uno de los rubros más afectados por las heladas, pero ya estamos viendo una recuperación sostenida", señaló Paniagua. A pesar de ello, se proyecta un rendimiento superior al del año pasado, respaldado por una demanda internacional firme.
El mercado argentino sigue siendo el principal destino, con un envío promedio de una carreta por día durante la ventana de exportación (del 20 de noviembre al 21 de diciembre). Sin embargo, Paraguay busca expandirse a nuevos mercados, ya que Chile y Uruguay solicitaron muestras de piña nacional, que cumplen exigentes estándares de calibre y sanidad. "Exigen frutas de entre nueve y once por caja y trazabilidad completa", indicó Paniagua.
Para cumplir estos requisitos, los productores locales implementan controles fitosanitarios preventivos, reduciendo el uso de agroquímicos y asegurando la certificación de buenas prácticas agrícolas. Los medianos y grandes productores avanzan más rápido en estas adaptaciones, mientras que los pequeños enfrentan limitaciones financieras.
En el mercado interno, la oferta de piña aún es limitada, lo que ha llevado a importaciones puntuales desde Brasil, aunque estas compras son temporales y responden a la estacionalidad.
De cara al próximo año, el objetivo es aumentar el volumen exportable y posicionar la piña paraguaya como un producto tropical de alta calidad en la región. "Si logramos mantener sanidad, trazabilidad y consistencia de calibre, Chile y Uruguay pueden convertirse en mercados permanentes", afirmó Paniagua.
Con su sabor dulce y resistencia al transporte, la piña paraguaya se perfila como un rubro estratégico del agro nacional, que contribuye a la diversificación de ingresos rurales y a la generación de divisas para el país.
Fuente: infonegocios.com.py
