La campaña de clementina avanza con la recolección y comercialización de la variedad Clemenules, cuya producción se ha visto notablemente mermada por el pedrisco este verano en las principales zonas productoras. Los altos precios de compra han tensionado hasta ahora el mercado, con unas ventas lentas al haber fruta de hemisferio sur durante más tiempo y a precios económicos, así como temperaturas demasiado cálidas.
"Hay menos clementinas este año y por tanto, han estado más buscadas. Los comercios y cooperativas han hecho acopio de ellas a precios con medias altas y hasta ahora no han podido vender con fluidez, debido a la presencia de variedades de mandarina a precios muy competitivos principalmente de Sudáfrica, lo cual ha generado mucha tensión en el mercado", cuenta Juan Vicente Moros, director de Naturem, la Cooperativa Sant Josep de Borriana.
"Cuesta que la campaña despegue con fuerza y hasta ahora, aún queda por recolectar mucha Oronules, cuando ya ha empezado la cosecha de Clemenules, la variedad que le sucede en el calendario", explica Manuel Malo, Adjunto a Dirección de Naturem. "Los precios de venta de los exportadores no han sido capaces hasta el momento de compensar los altos precios a los que se ha comprado la fruta, además de la oferta abundante y tardía de Sudáfrica, y el hecho de que las temperaturas en Europa no sean las que promueven el consumo de las clementinas."
"Esperamos que la situación de un giro cuando desaparezcan las mandarinas de ultramar, ya que la Clemenules viene con muy buen calibre y en estos momentos ofrece una muy buena calidad organoléptica", destaca Manuel. "Con la media de precios que se ha pagado, los márgenes de beneficio de los operadores serán ajustados. Por eso es importante poder disponer de una producción de calidad, que haga posible los buenos aprovechamientos de confección en las centrales".
Naturem agrupa la oferta de agricultores principalmente de Burriana, para venderla a comercios privados y cooperativas, tanto de clementinas y mandarinas, como en menor medida, de naranjas del grupo Navel. "Toda la producción que concentramos y cuya venta gestionamos- más de dos millones de kilos-, tiene asegurado su cobro por el sistema que tenemos implantado", señala Juan Vicente Moros. "Además, recientemente hemos abierto la tienda online tienda.naturem.es, para que los consumidores compren la fruta directamente del campo. No se trata de grandes cantidades, pero es un canal cada vez más usado", añade.
La superficie plantada de cítricos en Castellón continúa su tendencia a la baja ante el abandono de tierras, en su mayoría minifundios, y la falta de relevo generacional por la baja rentabilidad de las explotaciones. Además, conseguir mano de obra se está convirtiendo en un reto cada vez mayor.
© Nuleta
"Si bien en las últimas 3 campañas la fruta ha tenido una rentabilidad aceptable para los agricultores, venimos de varias décadas difíciles, lo cual ha hecho que muchos pequeños agricultores abandonen sus explotaciones y que los jóvenes no encuentren atractivo este sector. Si seguimos teniendo años rentables podría invertirse esta tendencia", indica Manuel Malo. "Tenemos que mostrarnos atractivos al consumidor, con fruta de buen calibre y buen comer para poder competir, ya que ahora hay muchos orígenes de donde elegir la fruta".
Con tal de dar valor a la Clemenules, variedad autóctona y originaria de La Plana Baixa de Castellón, la cooperativa sigue involucrada en el proyecto Nuleta, una marca de calidad que busca crear valor para la Clemenules de la Plana y que asegura un precio justo al agricultor. "Este año se está vendiendo la marca Nuleta en los supermercados valencianos Suma y Taula y se está negociando para algunos mercados de Francia. Y es que la Clemenules de aquí sabe siempre mejor", afirma Juan Vicente. "Se está trabajando para dar un paso más y lograr la Denominación de Origen Protegida para la Clemenules de la Plana, con el fin de diferenciarnos y alcanzar un precio justo para nuestros citricultores".
