Los productores de banano de Costa Rica han intensificado sus medidas de bioseguridad ante la amenaza del hongo Fusarium oxysporum f. sp. cubense Raza 4 Tropical (Foc R4T), considerado altamente agresivo y ya presente en varios países de Latinoamérica. La Corporación Bananera Nacional (Corbana) informó este lunes, mediante un comunicado, que el sector está reforzando las acciones de prevención para impedir la entrada del patógeno, que afecta plantaciones de musáceas en 25 países de los cinco continentes.
Según Corbana, en Latinoamérica el hongo ha sido detectado en Colombia, Venezuela, Perú y, recientemente, en Ecuador. El Foc R4T vive en el suelo y puede permanecer activo hasta 30 años en ausencia de una planta hospedera. Su dispersión ocurre por partículas de tierra adheridas a calzado, ropa, herramientas o vehículos contaminados.
Erick Bolaños Céspedes, director de Asistencia Técnica de Corbana, explicó al diario La Nación que "para este hongo no se tiene a la fecha forma de erradicarlo, por lo que el combate por exclusión es la medida de bioseguridad número para evitar su llegada al país".
Corbana hizo un llamado a los productores de plátano y otras musáceas para fortalecer la vigilancia y prevención. Hasta septiembre, el equipo técnico de la institución ha recibido más de 2.200 alertas, todas con resultado negativo para Foc R4T.
La Corporación recordó que productores, importadores, comercializadores y público en general deben aplicar los protocolos de bioseguridad, que regulan el acceso de personas, vehículos y maquinaria a las fincas, y limitan la entrada de personas que hayan estado en países con presencia del hongo durante los últimos tres meses.
El banano es el segundo producto agrícola de exportación del país, solo detrás de la piña. Hasta septiembre, las ventas alcanzaron 773 millones de dólares, equivalentes al 5% de las exportaciones totales de bienes, según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer). No obstante, el sector acumuló una caída del 14% respecto al mismo periodo del año anterior. Corbana atribuyó previamente este descenso a los efectos del cambio climático en la región Caribe, que están afectando la producción. La actividad bananera ocupa unas 43.000 hectáreas, con Estados Unidos y Europa como principales destinos.
Además de la amenaza del Fusarium, las plantaciones enfrentan una alta incidencia de sigatoka negra desde finales de 2024, lo que podría provocar una reducción adicional de la producción y las exportaciones. La enfermedad, detectada originalmente en las islas Fiji, se ha extendido a la mayoría de países productores de banano.
Bolaños apuntó que el clima tropical de Centroamérica y el Caribe favorece su proliferación. "Las altas temperaturas, la humedad relativa y las excesivas lluvias favorecen el desarrollo de la enfermedad, incrementando la severidad en las plantaciones. También las corrientes de viento, especialmente durante períodos de tormentas, contribuyen en la propagación a largas distancias", explicó.
Fuente: nacion.com