A casi un mes del asesinato del productor Bernardo Bravo Manríquez en la región de Tierra Caliente, Michoacán, los cítricos no han logrado recuperar su rentabilidad, mientras que la violencia y la extorsión continúan en aumento. Según informes del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Apatzingán, el precio del cítrico experimentó un leve repunte, pero se mantiene por debajo de los $5 por kilogramo, alcanzando únicamente $4,90 en la última semana. Este nivel sigue siendo inferior al que Bravo Manríquez había señalado como necesario para garantizar la rentabilidad económica del sector.
El panorama es complejo: la expectativa oficial de que los precios se recuperarían en noviembre no se cumplió, y los únicos indicadores en alza son los relacionados con homicidios y extorsión. Datos del Observatorio, basados en carpetas de investigación y notas periodísticas, señalan que Apatzingán registró al cierre de octubre una incidencia de 0,73 víctimas por cada 100.000 habitantes, superior a la media estatal (0,68) y nacional (0,59).
En cuanto a homicidios dolosos, la situación es aún más grave. La región reportó 8,04 víctimas por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la tasa de Michoacán (2,07) y de la media nacional (1,22). La Fiscalía ha documentado estos casos en sus carpetas de investigación, pero muchos productores, especialmente de limón, evitan presentar denuncias por temor a represalias, según había advertido el propio Bravo Manríquez antes de su muerte.
La combinación de precios bajos, violencia y extorsión mantiene en jaque a los productores de cítricos de Apatzingán, afectando tanto la economía local como la seguridad de quienes dependen de este sector.
Fuente: mimorelia.com