La producción de naranja en México atraviesa una crisis marcada por la combinación de la sequía y la enfermedad Huanglongbing, una bacteria incurable que afecta a los cítricos, según explica Alberto de la Fuente Fuentes, presidente de la Asociación Nacional de Procesadores de Cítricos (Anaproci).
De la Fuente Fuentes señala que la combinación ha sido "catastrófica". Señala que el Huanglongbing ha reducido un millón de toneladas desde el pico de producción de 2019, mientras que la sequía habría causado la pérdida de otro millón de toneladas. Esta situación ha llevado a que la capacidad de procesamiento de la industria opere apenas al 30%, debido a la escasez de fruta.
El dirigente empresarial cuestiona las cifras oficiales de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que estiman una cosecha de 4 millones de toneladas, mientras que la realidad del campo mexicano no supera los 2 millones. La situación actual es similar a la de 2024, con una producción real que apenas alcanza entre 2 y 2,1 millones de toneladas.
De la Fuente Fuentes recuerda que el país ha enfrentado entre tres y cuatro ciclos de sequía muy fuertes en las últimas décadas, sumados al impacto del Huanglongbing. Comparando con Florida, donde la producción cayó de 10 millones de toneladas hace 20 años a 400.000 toneladas en la actualidad, advierte que México debe prevenir una caída similar. La esperanza se centra en ciclos de lluvia favorables que permitan la recuperación del cultivo.
A pesar de la caída en la producción, los productores mexicanos se han beneficiado del déficit global, derivado de malas cosechas en Brasil, Florida y México, lo que ha mantenido la demanda de jugo de naranja y elevado los precios de la materia prima en la Bolsa de Nueva York, entre 2,50 y 3,50 dólares por libra. Esto ha permitido que, aunque se procese menos fruta, los productores obtengan buenos resultados económicos.
Fuente: forbes.com.mx