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Especial Perú – Parte 6: Inka Select Fruit impulsa pequeños agricultores hacia los mercados globales

"Tenemos 500 jefes y nos sentimos como una gran familia"

En el desierto agrícola de La Joya, a 1.600 metros de altura y rodeado de montañas, un grupo de profesionales está logrando convertir a cientos de pequeños agricultores en proveedores capaces de competir en Chile, China e incluso Europa. Inka Select Fruit, fundada en 2019, nació con una misión que hoy repiten sus líderes sin titubeos: "Ayudar al agricultor pequeño a exportar directo, sin intermediarios", afirma Job Estaban Olave Silva, gerente comercial de la empresa. La aventura empezó justo antes de la pandemia, con un primer contenedor de uva Red Globe; hoy, la empresa ya exporta unos 7 millones de kilos al año.

© Inka Select Fruit

La historia de Inka Select no se entiende sin La Joya, un distrito con 30.000 hectáreas irrigadas y un clima excepcional que parece diseñado para la fruticultura. "Es como tener un invernadero natural los 365 días del año", resume Cristopher Andrés Colarte Núñez, gerente de operaciones. Su descripción no es exagerada: suelos volcánicos, humedad relativa cercana al 20%, doce horas diarias de sol intenso y una gran amplitud térmica día-noche permiten producir una palta Hass de piel negra y pulpa cremosa que compite con las de México o Chile, y una uva de mesa más firme y resistente que la del norte peruano.

Gracias a esas condiciones y al acompañamiento técnico permanente —riego, nutrición, poda, análisis de suelo y agua—, los agricultores asociados a Inka Select han pasado de obtener 6 o 7 toneladas de palta por hectárea a rendimientos de entre 22 y 27 toneladas. "Nadie hace milagros, pero sí sabemos acompañar y estandarizar la producción, incluso en parcelas de media hectárea. Certificamos a los productores con GlobalG.A.P. sin costo, una inversión que los conecta con mercados que, si bien exigen más, también pagan más", señala Álvaro Santiago Zegarra Tirado, jefe de operaciones. La empresa trabaja actualmente con 540 productores, muchos de ellos con apenas 0,3 hectáreas, y compra el 100% de lo que producen, incluidos calibres pequeños o fruta de segunda categoría. La estrategia es clara: nada se desperdicia y cada calibre tiene su mercado.

© FreshPlaza
Carlos Cornejo, productor asociado a Inka Select Fruit, posa junto a un árbol de cinco años cuyos aguacates se cosecharán en el próximo mes de marzo. Carlos fue el primer productor cuya fruta Inka Select exportó a China.

Esa política ha permitido que la palta Hass de la provincia de Arequipa llegue a destinos que pagan por calidad. Aproximadamente el 50% se envía a Chile, el 30% a China y el 25% a Europa, con un 5% entre Estados Unidos, Corea y Centroamérica. Aunque la distribución es diversa, el futuro está en Asia. "Si solo el 1% de la población china consumiera palta, se llevarían toda la producción del Perú", afirma Olave. Inka Select ha logrado posicionarse en ese mercado después de años en los que la marca Perú sufrió por problemas de materia seca en los envíos. "Establecimos un mínimo del 23% de materia seca. Eso nos cambió la reputación en China. Hoy tenemos cero reclamos", agrega Colarte.

© Inka Select Fruit

La uva de mesa es otro caso de éxito. Sus clientes pagan uno o dos dólares más por caja cuando el origen es Arequipa, donde las condiciones secas y la baja incidencia de hongos permiten una vida útil superior. Además, el futuro proyecto Majes Siguas II, con 40.000 nuevas hectáreas irrigadas, podría abrir una ventana productiva única en el país: cosechas en abril, mayo, junio y julio, meses en los que hoy no existe oferta nacional. "Ese proyecto puede convertir al sur del Perú en un motor agrícola sin precedentes", dice Olava.

© Inka Select Fruit

La granada Wonderful completa el portafolio principal. Es en Arequipa donde esta fruta alcanza un color rojo completo, tanto en piel como en arilos, algo que no ocurre en otras regiones del país. Su cosecha en diciembre, enero y febrero —cuando Israel y Sudáfrica no producen— la convierte en una fruta altamente cotizada. Este año, Costa Rica pagó los mejores precios de todos los mercados abiertos por la empresa. Inka Select ya diseña además una planta para procesar arilos con destino aéreo a Estados Unidos.

El crecimiento ha obligado a la empresa a innovar en poscosecha y empaque. Aunque todavía empaqueta en una planta del Gobierno Regional de Arequipa, está proyectando la construcción su propia instalación con cámaras de gasificación con anhídrido sulfuroso —que duplican o triplican la vida útil de la uva, mantienen el raquis verde y evitan la propagación de hongos—, líneas modernas para clamshell (que reemplazarán a las bolsas tradicionales) y sistemas de atmósfera controlada para mantener la fruta en óptimas condiciones. "Todo en el mundo está migrando al clamshell, al snack listo para comer", explica el gerente comercial.

El talón de Aquiles del sur, sin embargo, no está en el campo, sino en la carretera. "Exportar desde Arequipa implica un viaje de 14 horas al puerto del Callao, donde competimos con exportadores cercanos al puerto. Y desafortunadamente, debido a la situación política inestable, hay un riesgo constante de bloqueos y huelgas. Chancay ofrece una alternativa: en la pasada campaña, enviamos por allí hasta el 50% de sus contenedores, ganando diez días de tránsito hacia China. Pero la nueva infraestructura se saturó rápidamente y la eficiencia cayó. Por ello, la gran esperanza es el puerto de Corío, futuro proyecto impulsado por capitales estadounidenses que estaría a solo dos horas en camión de nuestra estación de empaque. De hecho, combinado con Majes Siguas II, el puerto de Corío podría integrar definitivamente a Arequipa al comercio exterior".

© FreshPlaza
El equipo de Inka Select Fruit.

La apuesta social de Inka Select es notable. En una región donde cultivos de bajo mantenimiento como la cochinilla (portadora de un tinte natural para usos cosméticos y alimentarios) están ganando terreno, la empresa incentiva a sus productores a mantener la palta, la uva o la granada, que generan mucho más empleo. "Si el agricultor crece, todos crecemos. Tenemos 500 jefes y nos sentimos como una gran familia, dispersa en cientos de hectáreas", destaca Olave.

No obstante, el relevo generacional y la fragmentación de las parcelas entre herederos son motivos de preocupación. "Muchos de los productores fundadores de Arequipa y otras zonas del sur del Perú tienen más de 60 años, y aunque algunos de sus hijos se están involucrando, todavía hay un reto en lograr que las nuevas generaciones encuentren atractivo el trabajo en el campo. Sin embargo, poco a poco está cambiando esa percepción. Hay jóvenes con formación técnica y universitaria que están regresando al agro con una mentalidad más empresarial y tecnológica: interesados en eficiencia hídrica, manejo de calidad, trazabilidad, exportación y sostenibilidad. En Inka Select Fruit, creemos que el futuro del agro peruano depende precisamente de esa transición: combinar la experiencia de los padres con la visión innovadora de los hijos", explica Olave.

En cuanto a la estructura de tierras, "es cierto que los fundos pequeños enfrentan el riesgo de fragmentarse entre herederos. Pero también vemos una tendencia de integración: asociaciones, cooperativas y alianzas con Inka Select Fruit que ayudan a mantener la escala productiva. Desde nuestro lado, buscamos promover modelos de colaboración donde el productor pueda seguir siendo dueño de su tierra, pero con acceso a mercados, asistencia técnica y rentabilidad sostenida".

© FreshPlaza
Job Esteban Olave Silva, gerente comercial de Inka Select Fruit.

Quizá la ambición más sorprendente de Inka Select está en los nuevos cultivos. Al igual que otras empresas agrícolas, Inka Select ya trabaja en proyectos piloto de cereza en Ayacucho y Huancavelica. Si logran dominar el cultivo, Perú podría entrar al mercado chino en octubre, un mes antes que Chile, durante la ventana premium. "El potencial es enorme, pero necesitamos material vegetal limpio de virus y resolver la logística en zonas tan remotas", afirma el gerente comercial. También evalúan frambuesas, arándanos y ciruelas tipo sugar plum, siempre bajo la premisa de sembrar solo aquello que ya saben comercializar, con miras predominantemente al mercado asiático.

A pesar de las dificultades, la empresa ha mostrado resiliencia notable. En la última campaña, un error de fertilización —exceso de boro y deficiencia de zinc— redujo la producción de palta en La Joya en un 70%. Sin embargo, lograron exportar 80 contenedores y toda la fruta llegó perfecta a China. Hoy manejan cerca de 300 contenedores al año, pero aspiran a llegar a 500 o incluso a 1.000, "siempre con la misma calidad", concluye matizando Olave, que junto con el resto del equipo de Inka Select Fruit ha logrado demostrar que la agricultura de exportación no tiene por qué ser un negocio exclusivo de grandes fundos.

Para más información:
Job Esteban Olave Silva (gerente comercial)
Inka Select Fruit
Av. El Polo 401
Lima (Perú)
Tel.: +51 960 523 997
[email protected]

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