La pitahaya se ha posicionado como una de las frutas tropicales de mayor expansión en Ecuador. En 2023 registró exportaciones por 171 millones de dólares, un incremento del 72% respecto al año anterior que marcó un récord histórico. Según cifras del Banco Central, el dinamismo continuó en el primer trimestre de 2025, cuando las ventas crecieron un 41%.
Estados Unidos se mantiene como el principal destino, incluso durante el periodo en el que estuvo vigente la sobretasa recíproca del 15% para la entrada del producto a ese mercado. Esa medida estuvo activa hasta el 12 de noviembre, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, firmó la orden ejecutiva que la retiró. Con ese cambio, el sector ve mayores posibilidades de seguir ampliando su presencia en EE. UU.
Así lo señaló Gabriel Cruz, expresidente de la Asociación de Productores de Palora, donde se concentra aproximadamente el 80% de la producción destinada a exportación.
Cruz subrayó el fuerte ritmo de crecimiento de los envíos y detalló que entre enero y julio de este año Ecuador exportó alrededor de 39.263 toneladas por un valor de 163 millones de dólares. Estados Unidos absorbió cerca del 83% de ese volumen, cifra que en el último año se tradujo en exportaciones por 111 millones de dólares.
Según el productor, la sobretasa del 15%, aplicada inicialmente en abril (10%) y ajustada en agosto (5% adicional), encareció las frutas ecuatorianas en el mercado estadounidense, incluida la pitahaya. Esto redujo su competitividad frente a otros orígenes y generó inquietud en el sector por la presión sobre los márgenes y un posible ajuste a la baja de la demanda. Los gremios calificaron su impacto como "transversal" y perjudicial para la competitividad.
"En la práctica el efecto fue mixto: algunos envíos se desaceleraron o se renegociaron precios y hubo temor de que importadores en EE. UU. reduzcan compras o busquen orígenes más baratos hasta que la situación arancelaria se aclarara", indicó Cruz.
El exportador recordó además que en los listados de la Casa Blanca sobre la reestructuración arancelaria de 2025 figuraban tasas específicas bajas para otras frutas —entre ellas la pitahaya—, en torno al 2,2%. Por ello, la sobretasa del 15% actuó como un recargo adicional sobre tarifas que ya existían.
Para Cruz, la eliminación del sobrecoste permite recuperar competitividad y podría reflejarse en una mejora de las ventas a corto y mediano plazo.
Fuente: eluniverso.com