La IGP Coliflor de Calahorra ha iniciado la recolección con las primeras partidas ya en circulación. Aunque la campaña comenzó algo más tarde de lo previsto —a principios de octubre— los productores coinciden en que el arranque está siendo "muy bueno", con una cosecha uniforme, bien formada y libre de plagas habituales como la oruga o la palometa.
El agricultor Pachi Llorente, de Rincón de Soto y miembro de la IGP, atribuye el retraso al intenso calor registrado en julio, que obligó a aplazar las plantaciones para evitar daños por las altas temperaturas. Aun así, las primeras coliflores llevan más de dos semanas en los puntos de venta y han tenido una acogida muy favorable.
La indicación geográfica reúne a 11 productores y a una finca de la SAT Valle del Rincón. Entre 45 y 50 hectáreas de cultivo permiten obtener cada año entre 800.000 y 900.000 piezas, todas ellas procedentes de una zona donde el invierno marca el ritmo de trabajo. "Es duro porque se recoge con frío, lluvia y el terreno muy blando, y eso hace que muchos jóvenes no quieran incorporarse al cultivo", señala Llorente.
Pese al carácter tradicional del cultivo, la mecanización ha ganado terreno en la fase de recolección. La incorporación de remolques equipados con cintas transportadoras ha reducido la carga física y acelerado el proceso, frente a la práctica histórica en la que cada pieza se cortaba, encajaba y transportaba a mano.
El factor climático será clave en las próximas semanas. La coliflor necesita frío para compactar adecuadamente la pella y alcanzar la calidad exigida por la IGP. Un tiempo excesivamente templado favorecería el desarrollo de hoja y penalizaría el resultado final.
Por ahora, el sector se muestra optimista ante los meses fuertes de campaña.
Fuente: cadenaser.com