La campaña del mango ecuatoriano 2025 se desarrolla con mayor estabilidad que en los dos años anteriores, aunque marcada por un ajuste natural en los volúmenes. Según explica Bernardo Malo, presidente del directorio de la Fundación Mango del Ecuador, la temporada llega tras dos ciclos atípicos, pues "la producción del 2023 cayó entre un 50 y 60% por el fenómeno de El Niño, y el 2024 vino con una superproducción de alrededor de 15,5 millones de cajas". Para este año, señala que los volúmenes serán "aproximadamente un 15% menores", lo que sitúa a la campaña dentro de un comportamiento normal en términos productivos.
© Fundación Mango del Ecuador
La estructura varietal del país continúa orientando su destino exportador. Ecuador produce principalmente Tommy Atkins, una variedad con amplia aceptación en Estados Unidos, lo que concentra más del 90% de los envíos. "Europa busca variedades con menos fibra, como Kent, y esta se produce en Ecuador, pero en mucha menor escala", indica Bernardo. En volúmenes menores, también se despacha fruta a Canadá, Centroamérica, Europa y Chile. La variedad Ataulfo ha ganado espacio, aunque su envío aéreo limita la escala debido al alto costo logístico: "Ecuador es un origen costoso en términos de flete aéreo, lo que reduce los volúmenes posibles".
Con respecto a la competencia regional, Bernardo explica que Ecuador se encuentra comercialmente entre Brasil y Perú, lo que genera traslapes inevitables. "Ninguno de los países de la región tiene una ventana totalmente propia. Dependemos del adelanto o atraso de cada origen". Esta temporada, sin embargo, describe transiciones relativamente ordenadas, sin presiones severas de sobreoferta. "El mercado no conoce nacionalidades; cuando sale más mango, bajan los precios", afirma, aunque considera que los niveles de precio se han comportado de forma positiva en general.
© Fundación Mango del Ecuador Uno de los puntos más complejos de la campaña ha sido el arancelario. "Desde 2021, Ecuador paga 6,6 centavos por kilo para ingresar mango a Estados Unidos tras la expiración del SGP. Es una desventaja frente a países con tratado de libre comercio, como Perú", comenta. A ello se sumó la aplicación temporal, desde abril, de una tarifa adicional que pasó del 10% al 15%. "Fue un impacto tremendo, porque el mango estuvo doblemente afectado". La suspensión de estas tarifas a partir del 13 de noviembre dio un respiro al sector.
A pesar de estos desafíos, Bernardo destaca que Ecuador mantiene una fortaleza clave: "Somos el único país de Latinoamérica con el 100% de la oferta exportable certificada en GlobalG.A.P". Esta trazabilidad consolidada, afirma, ha permitido diferenciarse en un mercado altamente competitivo. También señala que se trabaja en nuevas oportunidades, como la apertura del mercado de Corea del Sur, que no pudo concretarse este año pero se espera retomar en la próxima temporada.
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Bernardo Malo y Johnny Jara
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