El mercado argentino de frutas de pepita cierra el año con comportamientos claramente diferenciados entre peras y manzanas. La información proveniente de organismos oficiales y del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA) muestra que la evolución de los precios y la disponibilidad de fruta avanzan por carriles distintos según el producto.
En peras, las ventas acumuladas entre enero y octubre alcanzaron 93.600 toneladas, un 6% más que en igual período del año pasado. No obstante, el volumen continúa 9% por debajo del promedio registrado entre 2020 y 2024, lo que mantiene un escenario de oferta limitada. Los datos reflejados en la gráfica citada indican que, aunque hubo un repunte interanual, no se revierte la tendencia descendente de las últimas temporadas.
La escasez relativa se traslada a los valores mayoristas. Según datos del MCBA, el precio promedio de la pera se ubicó esta semana en 2.052 pesos por kilo, un incremento interanual del 74%, muy por encima de la inflación estimada. Los rangos máximos y mínimos siguen la misma línea, señal de un mercado tensionado por la falta de volumen. Un operador del Mercado Central resumió la situación al señalar: "No hay pera en el mercado y eso sin dudas hace subir los precios. La calidad sigue siendo lo que más demanda el consumidor, pero hoy bien o mal sale todo".
En contraste, el segmento de manzanas muestra mayor disponibilidad. Las ventas al mercado interno sumaron 213.100 toneladas en los primeros diez meses del año, un aumento del 10% interanual y un 4% por encima del promedio de las temporadas 2020-2024. Se trata de uno de los niveles más altos del último tiempo, con excepción de 2020.
De acuerdo con la estadística elaborada por el Senasa, los volúmenes consolidados este año profundizan una recuperación que comenzó a observarse en 2023. Un operador del MCBA explicó que "la demanda comienza a mostrar algunos síntomas de recuperación y los precios en esta parte del año tienden a presionar al alza".
En materia de precios, la manzana promedió esta semana 2.191 pesos por kilo, una suba del 28,5% interanual, alineada con las proyecciones de inflación para diciembre. Tanto los valores máximos como mínimos se mantienen por debajo de la evolución del IPC, reflejando un mercado mejor abastecido y con menores tensiones derivadas de la disponibilidad.
Con estas tendencias, el cierre del año evidencia dos realidades opuestas: las peras continúan bajo un escenario de oferta restringida y precios en fuerte ascenso, mientras que las manzanas se desenvuelven en un contexto más equilibrado, con mayor volumen y valores que acompañan la inflación general. La evolución de la nueva temporada definirá si ambas trayectorias se consolidan o modifican en función de la cosecha y el comportamiento de la demanda.
Fuente: masp.lmneuquen.com
